Desde hacía meses los estudiantes del Ciudad de México de la Universidad Iberoamericana habían sacado un video instando a los candidatos presidenciales a dialogar con los estudiantes en las instalaciones de dicha universidad. Un escenario que nos recuerda lo que sucedió poco antes de la aparición del movimiento #YoSoy132, del que se cumplen seis años.
Bajo el hashtag #SinMiedoALaIbero, los estudiantes insistieron en redes sociales la confirmación de los candidatos con el antecedente de que la entonces aspirante independiente, María de Jesús Patricio del CIG había expuesto su plataforma meses antes. Semanas atrás, el candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, confirmó su asistencia, misma que se concretó el día de hoy.
¿Un escenario a modo?
El evento se llevó a cabo en el auditorio José Sánchez Villaseñor, el más grande del plantel, programado a las 9:30 a.m. En principio estuvo restringido a estudiantes con credencial vigente, ocupándose 380 lugares -el cupo máximo del auditorio-, además, las preguntas al candidato se sorteaban por medio de una tómbola a la cual sólo pudieron acceder algunas decenas de estudiantes, para que su nombre y pregunta pudieran ser seleccionados al azar.
La expectación que generó hizo que los alumnos interesados debieran estar dos horas antes (es decir, desde las 7 a.m.) en unifila, esperando ingresar al recinto. A esto se suma la exclusión de los trabajadores de planta física que no estaban contemplados dentro del esquema del evento ni se les mencionaba en las declaraciones de logística de la universidad.
Anaya había salido de Rectoría, desde donde habría estado en entrevista con la estación de radio de la universidad, Ibero 90.9 y fue recibido por cientos de alumnos.
Demagogia y algo más
Una vez iniciado formalmente el evento, el candidato del Frente dio un discurso muy parecido al que ya ha dado en otras ocasiones. Zigzagueando entre apelar al sentimiento de los universitarios y mantenerse firme en los principios ultraderechistas del PAN.
Habló sobre el salario en México, Anaya asegura que los salarios son bajos por "falta de inversión", realizando una comparación entre las dos Coreas, afirmando que Corea del Norte es más corrupto frente a Corea del Sur, que tiene menos corrupción gracias a la inversión, una soberbia muestra de ignorancia económica, como si el capital extranjero no avanzara mediante la corrupción, como se refleja en nuestro país, tan dependiente de la inversión extranjera.
También mencionó que está a favor de la reforma educativa pero sin un carácter punitivo hacia los maestros, la creación de una fiscalía autónoma que investigue los casos de desaparición forzada, que "quiere encontrar a los normalistas" y que pretende conformar un "gobierno honesto" con "cambios profundos".
Frente al actual gobierno de Trump, dijo que los migrantes centroamericanos merecen un trato respetuoso, así como la participación de la OCDE contra la actual guerra de aranceles recién declarada por el magnate de la Casa Blanca. ¿Pero realmente es factible su discurso?
Aquí hay que destacar la intervención del moderador, el periodista y conductor binacional Jorge Ramos, que metió más de un par veces en apuros al candidato presidencial. Pero en realidad la demagogia de Anaya, como es costumbre, se cae una vez terminado el evento e inicia la verificación de datos. Para alguien que dice buscar "cambios profundos" y que "no es defensor de este régimen", como veremos, en realidad sus palabras quedan en el vacío.
Primero: los bajos salarios en México no son por falta de inversión. Como él mismo lo señaló, México es el país más desigual dentro de la OCDE y, a la vez, el que menos salario recibe por más horas de trabajo. Sucede que el trabajo en México está precarizado gracias a las reformas introducidas por el expresidente Felipe Calderón y complementadas por la labor de Peña Nieto. La controversial Reforma Educativa no habría sido posible sin el primer paso que fue la Reforma Laboral, el último acto de Calderón antes de terminar su mandato.
Si la situación en la península de Corea es contradictoria es porque la geopolítica internacional así lo permite. ¿Cómo Corea del Sur no va a tener mayor desarrollo tecnológico si está "apadrinado" militar y económicamente por EE.UU.? Anaya omite mencionar que, como lo mencionamos acá , el "milagro económico" de Seúl viene acompañado -y no casualmente- de un alto índice de suicidios en la juventud (principalmente entre los rechazados al sistema universitario) y de una intolerable superexplotación de la clase obrera que engorda las ganancias de los capitalistas nativos y de los dueños de la fuerte inversión del capital yanqui y japonés. Las bases miltres yanquis en esa región no están en balde. ¿La OCDE, al servicio del capital estadounidense, va a salvarnos de tal destino?
Anaya dice oponerse al carácter punitivo de la reforma educativa, pero omite decir que la misma no se reduce a eso, sino a las condiciones a las que están sujetos los maestros en los demás estados, mismos que han recurrido a un plantón en la Segob para establecer una mesa de negociación. Aunado a eso, el IEMS estalló en huelga hoy por incremento salarial; fueron Anaya y su partido, como parte del Pacto por México, los que aprobaron la reforma educativa que hoy dice rechazar.
En materia de seguridad, Anaya plantea duplicar la Policía Federal, misma que muchas veces ha estado implicada en redes de trata, a la vez que fue la estrategia de Calderón -continuada por Peña Nieto- la que trajo una espiral de muertes cortesía de la "guerra contra el narco". Por otro lado, en su trato a los migrantes, la propuesta de manejarlos con "respeto" no dice nada sobre si continuará con la estrategia impuesta por la Casa Blanca. Respeto o no, una administración suya muy probablemente seguirá deportando a aquellos que Trump considere un riesgo para la seguridad... de EE.UU.
Para alguien que "no defiende este régimen" y quiere "cambios profundos", no cuestiona de fondo el actuar de las instituciones y sus órganos defensores, sino que pretende abiertamente lavarles la cara cuando están acusados de violaciones a Derechos Humanos.
Pero a diferencia de Anaya, cuyas propuestas están al servico de los planes de los grandes capitalistas nacinales y extranjeros, están, opuestas por el vértice, las iniciativas de la candidatura independiente y anticapitalista de Sulem Estrada quien en el Distrito 32 de Coyoacán propone la integración al trabajo de todas las manos disponibles y un salario mínimo equivalente al costo de la canasta básica, que todo funcionario cobre como una maestra y sea revocable en cualquier momento, así como la apertura de las fronteras para terminar con el maltrato a los migrantes.
¡Ninguna persona es ilegal! La sujeción humillante a los dictados de la Casa Blanca debe terminar; la unidad de los trabajadores (los mismos que han quedado invisibilizados en el discurso de Anaya al igual que en el de Meade) a ambos lados del Río Bravo puede torcerle el brazo a Trump y al mismo tiempo acabar con las "reformas estructurales" que mantienen a miles de obreros y jóvenes en la precariedad.
Anaya no ofrece nada nuevo y en realidad mostró nuevamente su demagogia electoral. Y la vida de los jóvenes, los más proclives a desaparecer en este clima de violencia, valen más que los $400,000 que recibe el candidato del Frente y todas las ganancias de los empresarios que defiende. Hay que poner el sistema actual de cabeza, hay que organizarse, a ambos lados de la frontera, entre los trabajadores del campo y la ciudad, entre las minorías oprimidas, entre los migrantes, hasta imponer un gobierno de los trabajadores, de los que día a día mueven la maquinaria productiva de este mundo. |