La Cumbre del G7 prevista para el 8 y 9 de junio en la región de Charlevoix, localizada a 140 kilómetros al noreste de la ciudad de Québec, en Canadá, y rodeada de por un gran aparato de seguridad, se enmarcará en el contexto de la actual imposición de aranceles al acero (25%) y aluminio (10%) a la Unión Europea, Canadá y México por parte del presidente estadounidense Donald Trump.
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Se reunirán los mandatarios de Francia, Alemania, Japón, Italia y Reino Unido, además de Canadá, el anfitrión, y Estados Unidos. La medida de imposición de aranceles por parte de Donald Trump hizo que le reprocharan el mandatario francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y la primera ministra británica Theresa May, mientras que Justin Trudeau consideró la medida como un insulto.
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El mandatario canadiense Justin Trudeau, como presidente actual del G7, se encargó de elaborar la agenda a discutir durante la reunión de dos días. Los temas que presentó para tratar son inversión en el crecimiento que funcione para todos, avance en la equidad de género y empoderamiento de las mujeres, construcción de un planeta más pacífico y seguro, preparación para trabajos del futuro y trabajo en conjunto sobre cambio climático, océanos y energía limpia.
Sin embargo, es de esperar que ante la reciente medida de imposición de aranceles al acero y aluminio de Donald Trump, las discusiones del grupo de los siete giren en torno a estos temas comerciales en una tensa Cumbre. El multilateralismo que proclamó el G7 desde sus inicios se percibe difuso ante la persecución de Estados Unidos de sus propios intereses por encima de los demás (America first). |