Luego de que se conociera la aprobación del voto de censura que terminó con la destitución de Mariano Rajoy de la dirección política del estado Español y la entrada del llamado “mal menor” del PSOE, que no supone sino una “trampa” del régimen desde sus mismos orígenes para canalizar y pasivizar el descontento social, enmascarando como “progresistas” las mismas políticas conservadoras que lleva a cabo el Partido Popular, Rajoy ha anunciado entre lagrimas este pasado martes, su renuncia voluntaria a la presidencia del partido que por más de 37 años lo ha tenido entre sus filas.
“Durante 37 años he cumplido con mi deber para el partido. Ahora pienso que ha llegado el momento de poner punto y final”, dijo Rajoy en una comparecencia durante el comité ejecutivo del PP. “Cumpliré mi mandato como presidente del PP hasta el día que elijáis a la persona que me va a sustituir”, agregó.
Es así como Rajoy hace un llamado a la convocatoria de un congreso extraordinario para que se elija a su sucesor dentro del tan deslegitimado Partido Popular Español.
Todos intentan renovarse y autopreservarse dentro de la añeja política española, Rajoy se retira evitando enlodar más aun al Partido Popular y su propia figura, y Podemos intenta reubicarse testimonialmente mientras continua con políticas económicas y sociales enquistadas por el articulo 135 con las mismas directrices de la Troika y en defensa de los intereses de los grandes empresarios. Todo muy lejos de la condiciones de vida, trabajo, salud y vivienda que necesita el pueblo trabajador español. |