La Comisión de Familia de la Cámara de Diputados inició la tramitación del Proyecto de Ley de Adopciones, interviniendo de entrada el primer artículo de la propuesta, por calificarla discriminatoria.
En el artículo mencionado, cuya modificación fue aprobada por 7 votos contra 3, se indica que se “debe velar por el derecho del menor a desarrollarse en el seno de una familia que le brinde afecta”. Ante esto, Pamela Jiles (Partido Humanista) indicó que “desde el artículo 1 esta indicación sustitutiva (del gobierno) incluye discriminaciones encubiertas y prelaciones encubiertas y eso es lo que de un plumazo, al comenzar la tramitación, hemos modificado hoy al quedar este artículo primero como corresponde que quede, que es no discriminando a ningún tipo de familia”.
Este proyecto de ley puede significar el pase para que las parejas y familias LGTBI+ puedan ser consideradas para adoptar, lo cual vendría siendo un gran avance en materia de derechos para la diversidad sexual, pero, ¿cuáles son los límites?
Como bien quedó demostrado con la Ley de Aborto en 3 Causales, cualquier avance en los derechos de la diversidad sexual puede ser golpeado por parte de los sectores conservadores que hoy están en el Gobierno y que presionan a no tratar estos temas en el parlamento o simplemente postergarlos, como la Ley de Identidad de Género, que descansa en el Congreso y aún no hay respuestas concretas para la comunidad trans.
En el marco de un Gobierno de Derecha, terreno fértil para el actuar de la homofobia y la transfobia en la toma de decisiones, la conquista de nuestros mínimos derechos se nota más lejana de lo que ya es, con las barreras de las iglesias (tanto católica como evangélica) y también sectores conservadores que hoy legislan en el Congreso, queda claro donde el movimiento de la diversidad sexual no debe depositar su confianza, ya quedó demostrado en el anterior Gobierno que prometía avanzar (en la medida lo posible) en temas de derechos sexuales, expresivos y reproductivos, sin embargo sólo fueron promesas y migajas por parte de la ex Nueva Mayoría.
Mientras, el MOVILH dejó claro que confía plenamente en el gobierno de los empresarios, sin tomar ni siquiera en cuenta la necesidad de fortalecer las movilizaciones de la diversidad sexual para avanzar hacia la conquista de nuestros derechos.
Hoy, es necesario que la diversidad sexual despliegue su fuerza en las calles, también en conjunto con las mujeres que hoy se movilizan por una educación gratuita no sexista, por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito, contra la precarización laboral extremadamente feminizada; Sin ninguna confianza en el gobierno de la derecha ni sus aliados que pretenden parecer amigos de estas demandas pero en lo concreto, dejaron claro que no lo son. |