El anuncio de la política de “tolerancia cero” y el incremento de personal militar en la frontera, que detallamos acá, ya comienza a concretarse. En las últimas semanas han aparecido reportes de un centro de detención de niños “masivo” donde tendrían resguardados a centenares de menores indocumentados.
La “tolerancia cero” ya ha causado que varios centros de detención que existen actualmente se encuentren en su límite de capacidad, por lo que el gobierno de Trump ha decidido incorporar a este esquema bases militares y “albergues”. Entre ellos se encuentra el puerto de entrada de Tornillo, a 64 km de la ciudad de El Paso, donde en los últimos días se han reportado temperaturas de más de 40 °C.
Ante las preguntas de la prensa externando su preocupación por los menores, el portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Kenneth Wolfe, dijo que los albergues tendrían “paredes suaves”. Esto se da en un contexto en el que se separan con mayor frecuencia a familias inmigrantes por la persecucíon y las deportaciones en EE. UU. En el caso de Tornillo, según la representante demócrata Mary González, “es como estar en medio de la nada. Está en el desierto. Realmente, afuera no hay ningún lugar a donde ir”.
Al mismo tiempo, miembros de la prensa y representantes del Congreso de EE. UU. han intentado ingresar a estos albergues para observar sus condiciones y ver si son ciertos los reportes que indican que a los niños se los mantiene cautivos en jaulas como si fueran animales. Si bien en su mayoría estos intentos han sido infructuosos, recientemente el periodista Jacob Soboroff de la cadena MSNBC ingresó junto a un pequeño grupo de periodistas al albergue de Casa Padre en Brownsville (Texas).
El tweet entero muestra la extensión de la brutalidad, la opresión y humillación en la que quiere el gobierno de Trump a los migrantes. De manera escandalosa el equipo de periodistas que ingresó detalló el impacto que les generó ver que lo primero que hay al entrar al “albergue” es un mural… de Trump.
Si bien se les prohibió ingresar con cámaras, eso no detuvo la lluvia de tweets. En el mural en cuestión se lee en inglés y español: “a veces al perder una batalla encuentras la forma de ganar la guerra”. Soboroff detalló que “los murales presidenciales están por todos lados, pero ése es el primero”.
Asimismo, detalló que el albergue de Casa Padre es “el centro de cuidado infantil con licencia más grande de su tipo en el país. Hay cerca de 1,500 chicos entre 11 y 17 años ahora. Se supone que deben dormir cuatro chicos por cuarto, pero casi todos los cuartos tienen 5”.
Asimismo, se les pidió que sonrieran a los muchachos porque “el hecho de que los miren hacen que se sientan como animales en una jaula”. Soboroff continuó: “los chicos aquí tienen sólo dos horas para poder estar afuera y tener aire fresco, una hora de tiempo estructurado, una hora libre y el resto del día se lo pasan dentro de
lo que era antes un Wal Mart”.
Por su parte, los empleados tienen que notificar al departamento de policía si ven medios de comunicación y llamar al director de comunicaciones del albergue “en ese orden”, detalló Soboroff. “He estado en una prisión federal y cárceles de condados. Se le dice ‘albergue’, pero estos chicos en realidad están encarcelados”, agregó.
Esta cárcel infantil está administrada por una organización sin fines de lucro, la organización Southwest Key Programs, que se describe a sí misma como “una de las principales organizaciones sin fines de lucro lideradas por hispanos que abren puertas a la oportunidad para que los individuos puedan alcanzar sus sueños”. Con sede en Austin (Texas), el año pasado celebraron su trigésimo aniversario y Soboroff detalla que esta misma organización administra otras 26 cárceles infantiles.
Soboroff terminó su relato diciendo “este antiguo Wal Mart tiene 23,000 m2 y estos chicos duermen en espacios de casi 4 m2. A la gente que administra este lugar no le dijeron sobre la política de tolerancia cero que ha traído esta sobrepoblación”. Si bien los usuarios de Twitter preguntaron indignados dónde estaban las niñas, no hubo respuesta por parte del periodista.
Este destino le esperará a muchos más niños y niñas migrantes que tienen que vivir en verdaderas cárceles porque el gobierno del magnate imperialista ha declarado que “son ilegales”, pero a la vez, deja patente que la lucha por tirar el muro se debe dar a ambos lados de la frontera con los trabajadores, la comunidad migrante y latina, el movimiento negro, las mujeres y todos los sectores oprimidos por el imperialismo y sus lacayos nacionales en México y Centroamérica para eliminar de una vez por todas estos “albergues” y las condiciones que les dan origen.
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