Las contradicciones del modelo económico de Cambiemos se expresaron fuertemente durante estas últimas semanas, la corrida cambiaria con la consiguiente devaluación es consecuencia de ello. La izquierda Diario conversó con Julia Strada, Politóloga, Magíster en Economía, miembro de CEPA y Columnista económica en C5N. ¿Qué opina sobre la situación económica actual?¿Cómo afecta al Gobierno?
La suba del dólar tan repentino que tuvimos el dia de ayer de 41 centavos solamente en una jornada responde a varios factores. El primero de ellos es la impericia, si bien no quiero llamarlo así, ya que es el Gobierno quedando preso de su propia destrucción de las herramientas cambiarias.
El Banco Central (BCRA) destruyó todo tipo de regulación del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), no les exige a los exportadores que liquiden en la plaza cambiaria, particularmente para que los dólares se liquiden en Argentina; y tiene desregulada totalmente la entrada y salida de divisas.
La fuga (de capitales NdR) es indiscriminada, y los famosos capitales golondrina, de corto plazo pueden salir cuando quieran, sin pagar un encaje o cumplir con un tiempo mínimo de permanencia.
Todo hace que esta corrida se haya vuelto una bola de nieve gigante. Cuando comenzó, el tipo de cambio estaba a $ 20, el BCRA lo que hizo fue intervenir a través de una cada vez mayor tasa de interés, intervino vendiendo dólares pero rompiendo su propia lógica de no vender después de marzo. A su vez, no vendió dólar futuro hasta la mitad de la corrida, permanentemente tuvo intervenciones erráticas en donde no quedaba claro si el objetivo era bajar el dólar, o sencillamente entregar divisa barata.
Esta cuestión de caer preso de su propia destrucción de su herramienta cambiaria, se combina con que cada vez que hubo inversores que vieron que el BCRA estaba débil, o no tenia una decisión clara, se imponían y el dólar subía, y a su vez, el BCRA avalaba esa suba del dólar. Esto sucede porque la teoría ortodoxa cree en la magia de las devaluaciones, creen que son positivas, porque licuan salarios, generan un efecto muy corto de mejora del balance cambiario, frenan las importaciones y en teoría mejoran las exportaciones.
Todo esto es un gran combo de situaciones que se fueron sucediendo y que hacen que más alla del cambio del presidente del BCRA de Sturzenegger a Caputo el problema no es el presidente del BCRA, sino que el problema es el modelo.
El BCRA estuvo dos años además con una política central basada en altas tasas de interés, esas altas tasas de claramente no sirvieron para frenar la inflación, si para crear un negocio fenomenal que son las LEBAC, que hoy superan los $500.000 millones. Las mismas van a vencer este próximo martes y hay que desarmarlas, para eso hay distintas herramientas, ayer emitieron un bono por U$S 4.000 millones, es decir van a pasar a deuda del tesoro gran parte de la deuda generada por el BCRA; y en segundo lugar van a subastar U$S 7.500 millones que es el 50 % del ingreso del primer tramo del préstamo del FMI que son U$S 15.000 millones para poder vender los dólares a quien se los quiera llevar.
Realmente es insólito que los dólares del FMI se utilicen para desarmar la “bomba” de LEBAC porque realmente es un problema autogenerado, es decir nos vamos a endeudar para que un par de timberos extranjeros o locales se lleven la plata. | 
