Es el anestesiólogo Facundo Segovia Barcena, que trabajaba en el Hospital Materno Infantil de esa provincia y que evidentemente está a favor de que el aborto en Argentina continúe siendo clandestino, con las consecuencias de las muertes que eso viene acarreando.
Apenas minutos después de postear en su cuenta de facebook que “en mi guardia los abortos se harán sin anestesia”, le llovieron las críticas tanto en esa red como en twiteer y horas después el Ministerio de Salud riojano, por medio del hospital, tuvo que sacar un comunicado aclarando que la institución repudia la violencia obstétrica y que la provincia garantiza los derechos de género.
En dicho comunicado aclaran que la ministra de Salud, Judit Díaz Bazan “resolvió desafectar de manera inmediata al profesional del Hospital Materno y elevar comunicación a la Asociación de anestesia de la provincia…”.
Si tenemos en cuenta las declaraciones del papa Francisco, tildando de nazis a quienes luchan por el derecho al aborto y estas afirmaciones de un médico que se supone debe velar por el derecho a la vida y a la salud de sus pacientes y no inflingirles daño –como sería una intervención sin anestesia-, tenemos que los sectores reaccionarios, más cercanos al pensamiento medieval que al siglo XXI, luego de este primer triunfo que conquistó el movimiento de mujeres con la media sanción de la ley, están a la defensiva, ofuscados, destilando reacción.
Segovia Barcena, a quien ni siquiera le bastó que el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo incorporara (modificando el proyecto original de la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito) la objeción de conciencia para los profesionales –no así para las instituciones-, cerró inmediatamente su cuenta en facebook. | 
