Oscar Puente, portavoz del PSOE, ha anunciado este lunes que el Gobierno tomará una decisión en breve plazo sobre el destino del monumento fascista conocido como el “Valle de los Caídos”.
Puente incidió en que el Gobierno pretende aplicar la ley de memoria histórica para convertir el Valle de los Caídos en “un lugar para la reconciliación, y no de exaltación de una dictadura condenada por la historia".
El portavoz socialista también ha anunciado que se buscará el máximo consenso entre las fuerzas políticas pero no ha precisado más sobre las próximas actuaciones del Gobierno Sánchez.
La reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias del pasado jueves plantea a Podemos como uno de los candidatos para apoyar esta medida. Estas dos fuerzas políticas quizá impulsen la exhumación del Valle de los Caídos y una eventual musealización.
Aunque no sabemos si la búsqueda de ese supuesto consenso les llevará a escuchar las propuestas de Ciudadanos que plantean convertirlo en un cementerio nacional al estilo de los que tiene EEUU para sus soldados.
Lo más probable será que estas actuaciones se hagan de tal forma que refuercen el discurso tradicional que planteaba la reconciliación de las “dos Españas” y la tragedia de la guerra “fraticida”. Fue promovido a bombo y platillo por el Ministerio de Información y Turismo de Fraga Iribarne en los años 60“ cuando el Régimen franquista vio que su discurso tradicional de la “cruzada” igual les perjudicaba a la hora de recibir divisas y turistas de las democracias occidentales.
Sacando a la momia de quien eligió como sucesor al rey Juan Carlos I, el Régimen del 78 pretende hacerse un lavado de cara, como ya se intentó con la Ley de Memoria Histórica. El problema es que aunque se lleven al águila ya nos dejaron al nido repleto de pollos bien creciditos con garras y picos afilados.
En la actualidad una vez más se pone de manifiesto que el Régimen del 78 es heredero directo de Franco. Por eso después de todo este tiempo le resulta muy difícil al actual Régimen reconocer el nivel de represión que hubo durante la época de la dictadura. Mucho menos aspira a desvelar que la dictadura solo sirvió para proteger los privilegios de una minoría parásita, con el sector financiero y los terratenientes en su cúspide, que se sentía amenazada ante el avance de la clase obrera y las clases populares.
Se llevaron por delante a lo mejor de una generación y utilizaron el miedo y el terror para doblegar al resto de la población. Pero es precisamente el recuerdo de esos miles de luchadores y de las aspiraciones rotas de las clases populares lo que les causa pavor.
Ahora cuando de nuevo estamos en medio de una fuerte crisis del Régimen del 78, el ADN franquista es más evidente que nunca. En los últimos meses asistimos a una ola represiva que ha llevado a la cárcel a líderes sindicales, dirigentes independentistas, raperos, tuiteros, periodistas o activistas.
Muchas de las empresas y familias que sostuvieron y se beneficiaron del franquismo siguen a día de hoy gozando de una relación de primer grado con el poder político. En los grandes casos de corrupción como Gurtel, Barcenas, o los pelotazos urbanísticos estas empresas han jugado un papel central.
El Régimen del 78 se construyó como heredero del franquismo, dejando los mandos en las manos de las mismos clanes que dirigieron el país durante la dictadura. El Régimen está probando de nuevo la estrategia del maquillaje de democracia cool del s. XXI...en la que el poder entre bambalinas lo tienen los herederos de los franquistas del 39. |