Fotos: Joaquín Ramírez y Fernanda Ames
Este fin de semana se registró la caída de más de trescientos milímetros en las Sierras Chicas cordobesas. Las consecuencias para la población han sido desastrosas.
Se cuentan más de mil evacuados de las zonas más afectadas, tanto en el interior provincial como en la Capital. Según versiones oficiales son cinco las personas que perdieron la vida en la jornada de ayer y cuatro permanecen hasta hoy desaparecidas aunque, según distintas versiones, podrían ser más. Arroyos y ríos fueron desbordados y los cauces de aquellos que en lo cotidiano no superan “hilos de agua” de más de treinta centímetros de profundidad, superaron los tres metros de altura llevándose todo a su paso.
Según vecinos de la ciudad de Río Ceballos la creciente se produjo de golpe y sin que mediara el aviso que, habitualmente, se produce ante este tipo de hechos. En la localidad de Río Ceballos, una de las más afectadas, son cientos los evacuados, la enorme mayoría de la ciudad permanece sin energía eléctrica y, según los mismos vecinos, alrededor de ochenta personas aún se encontrarían en sus casas sin posiblidades de ser rescatadas.
El gobernador De la Sota, luego de pedir el apoyo de la Gendarmería y el Ejército nacional, en conferencia de prensa ayer por la noche, respaldado por el “Comité de crisis” intentó explicar cómo un fenómeno meteorológico imprevisible “un tsunami que cayó del cielo” provocó semejantes pérdidas humanas y materiales.
Frente a la tragedia sufrida por miles de familias, la legisladora del PTS en el Frente de Izquierda Laura Vilches declaró: “Nos solidarizamos con las miles de personas afectadas por este temporal. Como ya está haciendo en diversas partes de la provincia, vamos a impulsar la solidaridad más amplia para llevar ropa, alimentos y todo lo necesario a los afectados. Pero queremos señalar que no se puede hablar así nomás, como lo hace el gobernador de “catástrofes naturales”. Estos desastres tienen que ver con la destrucción del medio ambiente que se viene operando en Córdoba.
Como lo han denunciando organizaciones ambientalistas la llamada Ley de bosques, votada por el gobierno de De la Sota, que permite el desmonte; la construcción de decenas de countries y enormes emprendimientos inmobiliarios que alteran el suelo y la posibilidad de absorción de agua, proyectos avalados e impulsados por el mismo gobierno. Sabemos y venimos denunciando la desertificación de la provincia por amparar el negocio de la soja. Entonces nada de esto puede ser “natural”. Hacemos responsables al gobierno provincial y a los gobiernos municipales por las consecuencias provocadas por las lluvias y exigimos la inmediata y completa reparación material a las familias damnificadas”.
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