Con 81 votos a favor, 63 en contra y una abstención, la intención de acusar al Ministro de Salud, Emilio Santelices, por actuar inconstitucionalmente en la implementación del nuevo protocolo de aborto fue echada por tierra, generando tensiones al interior de la oposición.
Tanto es así que las bancadas de la DC y el Partido Radical votaron divididas e incluso el diputado Marco Ilabaca del PS declaró que "las parlamentarias patrocinantes y su sector político en general pecaron de ansiedad y apresuramiento”. Y agregó: “El actuar apresurado del Frente Amplio nos ha colocado en una situación incómoda a toda la oposición”.
También Gabriel Silber, democratacristiano, se pronunció refiriendo que “la política no es un ejercicio solitario, por el contrario, demanda sentido de lo colectivo y aquí el Frente Amplio ni comunicó ni buscó apoyos previo al anuncio”. Es decir, los acusan de no actuar en conjunto como oposición.
Así, el FA da un primer traspié a una apuesta que siempre se enmarcó en los límites que permite el parlamento. Pero esto de pecar de "ansiosas" o "apresuradas" y de ser "poco colectivos", no son de un grupo infantil simplemente, es un método al que apuesta este conglomerado que irrumpió hace poco en la política nacional.
Por un lado busca diferenciarse de los partidos tradicionales (de ahí que fuera poco colectivo) y por otro ocupa métodos tan limitados como es una acusación en base a una constitución propia del régimen heredado de la dictadura y que no buscan más que destituir a un Ministro, como si esto fuera a transformar el problema de fondo: la influencia de los empresarios de la salud, la iglesia y la crisis de una salud pública carente de recursos. Todos estos factores que atentan contra el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y sin que medie su condición económica para optar al mismo.
¿Qué intentará la oposición ahora?
Desde el Partido Liberal (Frente Amplio) ingresarán ahora, como repercusión de lo logrado con las movilizaciones en Argentina, un proyecto por el Aborto Libre, de forma oportunista; y también, la oposición está buscando que las clínicas que se acojan a la objeción de conciencia, dejen de recibir dineros estatales.
Sin embargo, hay que detenerse a pensar en cuáles son los métodos que siguen los parlamentarios de esta nueva fuerza de "izquierda" al mismo tiempo que se desarrollan tomas de mujeres en universidades hace casi dos meses. Y es que, incluso teniendo fuerza al interior de algunas universidades, su centro no ha estado en las calles en la discusión por el aborto.
No es una premura infantil, son los métodos de una "oposición responsable", el nuevo reformismo que pasó del movimiento estudiantil del 2011 a las sillas del parlamento.
¿Cómo en Argentina?
En vísperas de la marcha del 25 de julio que ya ha tomado fuerza años anteriores, el eco del tsunami verde de las muejeres en Argentina que logró el Aborto Legal en el parlamento, tiene como consecuencia un avance en las aspiraciones del movimiento a nivel mundial. Por lo mismo, Carolina Cariceo, de la comisión de género del PL reconoce que “las mujeres argentinas nos han dado un tremendo ejemplo a seguir. El movimiento feminista chileno ha significado un choque cultural que es tiempo de que se traduzca en medidas concretas en favor de la autonomía de las mujeres, este proyecto va en ese camino”.
Justamente el método y la visión de cómo se gesta el movimiento es una diferencia enorme a saldar ya que de los "choques culturales" no se transforman ni la crisis de la salud pública, ni el lucro de los empresarios de la salud ni menos la Iglesia. En las calles de Argentina se dio un modo de organización donde mujeres estudiantes y trabajadoras en conjunto con hombres estudiantes y trabajadores, irrumpieron con una fuerza incontenible.
Difícil aquí, donde la misma Beatriz Sánchez apoya las tomas separatistas, que alejan a los estudiantes de los espacios de organización, o donde se "pegan balazos en los pies" con la destitución del presidente de la FECH, militante autonomista que entró en pugna con Revoulción Democrática por el hecho.
Por otra parte como menciona Joseffe Cáceres, trabajadora y dirigente del aseo en el ex Pedagógico y militante del feminismo socialista en la agrupación Pan y Rosas:
"El aborto legal, no es una demanda restringida a lo individual, pues involucra también bienestar colectivo y social. No se trata solo de derechos reproductivos - que lo son – sino que habita en el debate, problemáticas de salud pública y es que en un país donde se criminaliza el aborto, mueren mujeres a causa de la negligencia de situaciones médicas no reglamentadas, insalubres en donde el estado no vela por la salud reproductiva de las mujeres, las abandona. No invierte así en programas de apoyo, sino que lo penaliza. Se desentiende. La ausencia de salud pública, de medidas socio-sanitarias y prestaciones gíneco-obstétricas para las mujeres pobres de la clase trabajadora, las lleva a la muerte".
"Asociado a esto, parasitáriamente hay todo un mercado negro que lucra con la muerte clandestina de mujeres: las farmacias y medicamentos – al que su acceso depende del pago que se pueda hacer. Clínicas clandestinas en donde involuntariamente – o voluntariamente – el estado se vuelve cómplice, reproduciendo relaciones mercantiles que giran en torno a las mujeres y las no políticas públicas al respecto, de esa ausencia que da espacio a la muerte y el negocio de empresas en torno a la ilegalidad del aborto se vuelve una constante".
"En contraste al “choque cultural” que con miopía observa el Frente Amplio sobre el hito argentino. La movilización allá fue activa, con toma de escuelas y universidades. Movilizando estudiantes y trabajadoras. No de manera testimonial como pretende el Frente Amplio, sino que exigiendo en las calles: aborto libre seguro y gratuito. Aborto para no morir ¿En Chile debemos tomar esa experiencia? Si, pero haciendo de ella una fuerza organizada viva, movilizadora y transformadora. De choque contra los empresarios y su corrupción. Que golpe con fuerzas la relación Iglesia -Estado: demandando la separación de las instituciones eclesiásticas en las decisiones de salud públicas, de los cuerpos de las mujeres, sobre todo en un país Laico como Chile. Basta de financiar a empresas de salud y clínicas que no quieran prestar los servicios y prestaciones a mujeres".
"Las tres causales son insuficientes pues no cubren ni el 5 % de las causas que llevan a las mujeres a abortar. Además de dar subjetividad a prestaciones médicas, otorgando una viabilidad desde una posición moralista que continua desentendiendo el rol de salud pública que tiene el aborto. Es un estado de riesgo para la vida, se debe atender. No debiésemos ser atendidas por el motivo que nos lleva a hacer un aborto. Sino porque es un aborto, hay riesgos de salud y la clandestinidad a la que se nos obliga como mujeres los aumenta". |