El problema de la separación de menores migrantes de sus familias como parte de la política de Tolerancia Cero del gobierno de Donald Trump continúa. Y es que no bastó con haber ordenado "el fin" de esta práctica que generó indignación a nivel mundial; miles de familias continúan separadas ante la ausencia de un procedimiento que haga efectiva la reunificación prometida.
El teatro de "mantener unidas a las familias", además de no significar ningún cambio en las políticas racistas y xenófobas de Trump, incluyò una orden ejecutiva en la que no se estipula el procedimiento para llevarla a cabo.
Esta política de "Tolerancia cero", que a pesar de haber tenido un repunte bajo la administración de Trump, puede rastrearse hacia más de veinte años atrás, cuando una decisión judicial de 1997 ordenaba procesar a migrantes indocumentados como criminales. En 2005 Bush dio continuidad a esta política. El Acuerdo Flores dejaba en manos de los agentes migratorios la decisión de separar a los menores de sus padres para procesarlos por separado y la práctica tendió hacia la separación. En 2006 el Congreso ordenó liberar familias o mantenerlas juntas bajo custodia.
De los más de 11 mil menores de edad recluidos en cien centros de detención en 17 estados de Estados Unidos, 7 mil fueron detenidos bajo la administración de Obama.
Los intereses electorales que han movido los hilos en este escándalo están claros: Trump se apresuró a responsabilizar a los demócratas por las imágenes de niños migrantes en jaulas y, a través de sus redes sociales, a llamar a votar por más republicanos en las elecciones de noviembre. Mensajes como "Los demócratas no hacen otra cosa que obstruir" complementaban en los que alegaba que la saturación de población migrante no podía quedar soslayada como problema "ni por los demócratas y sus historias falsas de tristeza y dolor" con las que, asegura el magnate, buscan ganar apoyo rumbo a noviembre.
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Por su parte, los demócratas han demostrado también que lo que menos les interesa son los migrantes, toda vez que se han dispuesto a postergar discutir temas como éste o por los dreamers hasta pasadas las elecciones. Mientras tanto, la barbarie continúa en el camino, en los centros de detención y en la precarización que depara a miles de migrantes en Estados Unidos.
Según el semanario Proceso, hasta este fin de semana se registró un lento avance en la reunificación de familias migrantes (500 de más de 2 mil detenidos de mayo a junio de 2018), reunificación que no significa mejores condiciones para miles de trabajadores internacionales y sus familias, quienes continuarán bajo custodia de las autoridades migratorias en espera de la deportación.
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