Las cifras que arrojó la última plaza pública Cadem, pueden ser los incipientes síntomas de un rechazo más prolongado en el tiempo frente a la inestable política económica del gobierno, teniendo un 54% de personas que asegura que la economía está estancada y otro 55% piensan que las expectativas de empleo son negativas.
Recordemos que Sebastián Piñera y su coalición ChileVamos planteo “superar” un cierto momento de estancamiento económico, lo cual traducía en la generación de nuevos empleos y mejoras en la dinámica de contratación de los trabajadores. Esta cuestión contrasta con la realidad que sus mismos aliados empresarios han comenzado a inaugurar: una consecución de despidos masivos y de quiebras de grandes empresas en diferentes rubros.
Lo último expresado en los más de 2400 mil trabajadores que junto a sus familias quedaron en la calle producto del quiebre de la firma danesa MAERSK en San Antonio y de la empresa constructora CIAL en Temuco. Esto sumado a los 1700 trabajadores que Codelco pretende desvincular por necesidades de la empresa.
Para estos miles de trabajadores y sus familias ¿Dónde están dichos tiempos mejores?
La lógica se condice con un gobierno que deja ventanas y puertas abiertas para que empresarios que especulan con el trabajo en el país, solo para sacar provechosas ganancias y después arrancarse dejando familias en la calle, incluso arrasando con los recursos naturales como el Cobre o el Litio. Por ende, es necesario plantear una alternativa para ponerle freno a los planes ejecutados por empresas y gobiernos que defienden el sistema económico actual.
Y plantear la re nacionalización de los recursos naturales en manos de capitales extranjeros, como el Litio, renacionalizando la cuestionada empresa SQM que viene llenando sus arcas desde la dictadura militar. Y que esta re nacionalización sea propiciada por sus trabajadores para que sean estos quienes manejen la producción, los excedentes y así poner freno contra los despidos, financiar la educación y salud pública y gratuita, entre otros muchos derechos básicos que a los que hoy miles de trabajadores y trabajadoras se ven privados de acceder producto de las políticas de Piñera, la derecha y un Estado hecho a la medida de los empresarios. |