Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, cerca de 30 mil personas han cruzado la frontera entre Estados Unidos y Canadá pidiendo asilo o refugio en este último.
El alcalde de Toronto, John Tory, anunció este martes 26 que la ciudad ya no contaba con la capacidad de seguir recibiendo a solicitantes de asilo y refugiados por falta de lugares, recursos y personal, y pidió a los gobiernos provinciales y al federal que tomen cartas en el asunto para reubicar a quienes lo necesiten. Calificó la situación de urgente ya que las instalaciones asignadas para recibir refugiados están a su máxima capacidad.
Esto coincide con la celebración del Día del Multiculturalismo Canadiense que se conmemora cada 27 de junio desde el año 2002, con el propósito de celebrar la diversidad del país nutrida por los migrantes que han llegado a Canadá.
Actualmente hay 3.000 refugiados y solicitantes de asilo en hoteles donde el gobierno asume los gastos y residencias universitarias. Sin embargo, dichas residencias tendrán que ser desalojadas antes del inicio de clases el próximo 8 de agosto.
Cerca de 600 personas se encuentran en residencias universitarias, 200 de los cuales son niños. El gobierno de Toronto ha mencionado que no sabe dónde ubicar a quienes están ahí temporalmente.
En respuesta al alcalde de Toronto, Ahmed Hussen, ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía expuso el compromiso de proveer de 50 millones de dólares canadienses a todas las ciudades de Canadá para garantizar vivienda provisional a los solicitantes de asilo, 11 millones de los cuales van a la provincia de Ontario, donde se encuentra la ciudad de Toronto.
Por otro lado, el gobierno federal ha declarado que no puede ayudar con el actual problema migratorio que enfrenta Toronto hasta que el recién electo primer ministro de Ontario, el conservador Doug Ford, tome posesión. Hasta ahora, un vocero del primer ministro ha señalado que Ford ha seguido de cerca la situación migratoria pero no se pronunciará hasta que tome cargo oficialmente.
En el año de 1971, el primer ministro de Canadá, Pierre Trudeau, adoptó como política del Estado el multiculturalismo, el cual se basaría en la incorporación de las culturas llevadas por los migrantes de otros países. Desde entonces, Canadá se ha caracterizado por su política de recepción de refugiados.
En la década de 1970 acogió a vietnamitas, en los años ochenta a somalíes, y partir del 2015 comenzó a recibir a refugiados sirios. El número de solicitantes de asilo y refugio que utilizan el sistema de refugios aumentó de 459 en 2016 a 3.209 en junio de 2018. Esto coincide con la política anti migratoria de su vecino Estados Unidos.
Cabe mencionar que Ontario que fue gobernado 15 años por lo liberales, dio un giro en las elecciones del pasado 7 de junio al obtener como ganador a Doug Ford del Partido Conservador. Mucho del apoyo de Ford viene de grupos de extrema derecha conformados por supremacistas blancos.
En el año 2016, se reportaron 612 crímenes de odio en Ontario, lo cual representa el 43% del total en Canadá de acuerdo con Statistics Canada. No se descarta que la llegada de Ford a Ontario tenga un efecto similar al efecto Trump en el aumento de la xenofobia y el racismo. El triunfo de Ford en Ontario muestra que Canadá no escapa por completo del fenómeno de derechización que se ha dado los últimos años en países occidentales. |