Es más que conocido que el pasado primero de octubre miles de personas consiguieron llevar a cabo el referédum de autodeterminación en Catalunya, convirtiéndose en una gran jornada histórica del pueblo de Catalunya. Ese día, más de dos millones de personas consiguieron votar pese a la represión del Estado español.
Miles de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional provenientes de todo el Estado se emplearon a fondo, aun sin conseguir doblegar la voluntad del pueblo catalán. Eso sí, dejaron más de mil heridos de diferente consideración entre cargas policiales, disparos con balas de goma, porrazos y demás agresiones y vejaciones contra miles de personas defendiendo urnas y colegios electorales. Era el pistoletazo de salida de una escalada reaccionaria sin parangón contra los derechos y las libertades en Catalunya y por extensión en el resto del Estado español.
Dos días después, el 3 de octubre, Catalunya vivía una gran jornada de huelga general convocada por la izquierda sindical, entre ellos CGT, IAC, Co.Bas, COS o CNT, contra la represión del Gobierno español y por el derecho a decidir. Cortes de vías y autopistas, paralizaciones y manifestaciones masivas daban inicio a lo que se conoció como el "otoño catalán".
A raíz de ello, se estableció la Plataforma 3 de octubre contra la represión y por las libertades, en la que también se integró la CUP y la izquierda independentista, además de numerosas organizaciones de izquierda.
Es así que el próximo fin de semana, 6 y 7 de julio, la Plataforma 3 de octubre convoca las Jornadas contra la represión política, social y sindical.
Pese a que la deriva reaccionaria del Régimen del 78 tiene desde hace tiempo como prioridad la persecución hacia las libertades democráticas con la entrada en vigor de la Ley Mordaza y la reforma del Código Penal, el golpe institucional del 155 contra el procés independentista en Catalunya ha servido también para profundizar a unos niveles brutales toda esta cruzada de criminalización y persecución a cargo de jueces, fiscales y la policía.
Durante todo el período en que ha estado vigente el artículo 155, la persecución y criminalización en todos los ámbitos de Catalunya ha adquirido elementos parecidos a lo que durante décadas ha sido Euskal Herria, un laboratorio para posteriormente usar las mismas medidas represivas en el resto del Estado.
En este sentido, durante estos últimos meses ha destacado en sobremanera la profundización de la ofensiva contra la libertad de expresión en el Estado español iniciada tiempo atrás, tras la emergencia del movimiento del 15M en 2011 y el endurecimiento del Código Penal, que ha servido como principal acicate para extender toda la ofensiva reaccionaria en el conjunto del Estado.
Un gran número de raperos y bandas de hip-hop, además de periodistas, tuiteros, sindicalistas y activistas, son algunos de los que se vienen enfrentando a esta persecución de la libertad de expresión y de prensa tan solo por cuestionar el orden establecido y la deriva reaccionaria del Régimen del 78 de un tiempo a esta parte. Todo ello, además, sin contar con los jóvenes de Altasasu, quizá el gran paradigma de toda esta escalada represiva.
Por todo ello, las Jornadas contra la represión contarán con cinco grandes apartados: la causa general contra la autodeterminación, antiracismo y migraciones, la justicia como aparato represivo, represión sindical y el Estado contra la libertad de expresión. Además de contar con la presencia de muchos de los principales encausados y perseguidos por esta escalada represiva en el conjunto del Estado, entre ellos nuestra compañera Verónica Landa, periodista de Izquierda Diario y portavoz de Pan y Rosas, denunciada por supuestas calumnias contra el Jefe de la Policía Nacional en Catalunya, Sebastián Trapote.
No hay duda que las Jornadas contra la represión del próximo fin de semana son un paso más de un gran sentimiento en defensa de las libertades que está despertando ante la ofensiva represiva y van dirigidas a dar respuesta de forma coordinada a los ataques a las libertades democráticas.
Y es que sin duda, para responder a estos ataques a las libertades democráticas, será necesario llenar las calles de todo el Estado y redoblar la movilización social para frenar los pies de este retroceso a lo más oscuro de la historia reciente. | 
