El pasado viernes 26, el histórico Barrio Cano ubicado al oeste de la Capital mendocina amaneció sin agua. Mientras las familias que lo habitan se comunicaban entre sí para conocer detalles sobre este desperfecto, dos vecinas aprovecharon esta excusa para realizar una brutal agresión que terminó con golpes, amenazas y detenidas.
Tal como relataron después quienes se solidarizaron con las mujeres agredidas, pasado el mediodía una de las atacantes se dirigió a la casa de una vecina para reclamar por la falta de agua, le pateó la puerta y cuando esta le abrió directamente le pegó una trompada en la cara gritándole "chilena, puta y abortera".
La mujer golpeada se dirigió inmediatamente a la fiscalia que funciona en la Comisaría 6ta. del Barrio Cano junto a tres vecinas que la acompañaron. Mientras declaraba lo sucedido, la agresora fue también hasta la comisaría con otra mujer y al encontrarse afuera con las vecinas que acompañaban a la denunciante, comenzaron un nuevo ataque agarrando del cuello a una de ellas y amenazándola, mientras tiraron a otra al piso y la golpearon con patadas en la cabeza y en las costillas.
En medio de los gritos de las mujeres agredidas que pedían el cese de la violencia, un grupo de policías salió a la puerta de la comisaría y separó a las atacantes que para entonces demostraban un profundo nivel de odio y no dejaban de insultar diciendo "putas, aborteras". Finalmente una de las atacantes resultó detenida.
La solidaridad con las mujeres que fueron golpeadas y amenazadas se extendió por el barrio y un grupo de vecinas y vecinos organizó al otro día en la tradicional feria que funciona en la plaza una jornada de reflexión por lo sucedido y sobre cómo protegerse ante estas manifestaciones de odio. |