Que el PSOE elija candidatos con los que el PP se siente más que cómodo y que Unidos Podemos respalde la decisión ya no debería sorprendernos, después del equipo de Gobierno formado por Pedro Sánchez. Pero por si empezaba a quedar en el olvido, la pugna por la presidencia de RTVE ha venido a recordárnoslo.
Todos hemos visto las movilizaciones de las y los trabajadores de RTVE contra la flagrante manipulación y despotismo endémicos en la cadena pública, representados en su máximo esplendor por la figura de la presidencia. Esta presidencia es la que hoy está encima de la mesa, entre negociaciones y tironeos de los diferentes partidos parlamentarios, que pelean encarnizadamente por controlar uno de los grandes aparatos ideológicos del Estado. Pero no precisamente por democratizarlo, como dejan en evidencia los agrios debates y falta de acuerdo por ver quién dirige la radiotelevisión pública española.
Tras meses de bloqueo para renovar la presidencia de RTVE por concurso público, el “Consejo de Ministras” socialista aprobó un Real Decreto -a convalidar este miércoles en el Pleno del Congreso- para que la elección de los 10 consejeros de RTVE, uno de ellos para la presidencia, se decida en las Cámaras.
Una vez fracasado el intento de aprobar seis nombres con mayoría de dos tercios en el Congreso este lunes, este miércoles tendrá lugar la segunda votación, en la que bastaría con mayoría absoluta y respaldo de cuatro grupos. Los otros cuatro nombres corresponderían al Senado, que como era de esperar, no llegó a ningún acuerdo ayer martes, pasándole la pelota al Congreso.
Las dos listas registradas que de momento no han conseguido suficientes apoyos y que volverán a votarse hoy, corresponden por un lado a una propuesta del PP y otra del PSOE, Unidos Podemos-En Comù Podem-En Marea y PNV, lo que significa que la segunda lista necesita o bien el apoyo del PDeCat y ERC o el del Partido Popular para salir adelante.
Entre los nombres propuestos por el PP encontramos fieles al partido, como no podía ser de otra manera, entre los que destacan nombres como Eladio Jareño, actual director de TVE y viejo amigo del PP. Por su parte, la lista propuesta por el PSOE y apoyada por Unidos Podemos propone para la presidencia a Tomás Fernando Flores. Y he aquí el guiño al PP, el regalo que “socialistas” y UP pone en bandeja al partido de “la oposición”, buscando su apoyo para sacar adelante su lista.
Flores es el actual director de Radio 3, puesto que ocupa desde el 2012 cuando el PP lo colocó allí a dedo para “para protagonizar la mayor purga política de profesionales vivida en la radio pública”, como afirma el periodista David Bollero en su artículo de ayer.
Uno de los escándalos más sonados del ahora candidato propuesto por PSOE y UP fue nada menos que expulsar el programa “Carne Cruda” de Radio 3 con nocturnidad veraniega, sin previo aviso y regado de excusas peregrinas.
Javier Crudo, el director del programa radiofónico conocido entre otras cosas por sus tintes críticos, su simpatía hacia los movimientos sociales, el 15M y el cuestionamiento del sistema, ha recordado estos días aquel episodio y le dedica estas palabras en sus redes sociales:
“Fue de los que hicieron lo que le pidieron para oponerse al cambio social de este país. Ahora tiene su recompensa. Lo más triste es que venga de partidos, especialmente Podemos, que dicen representar la revolución que se inició con el 15M.”
Con gestos como este el bloque encabezado por el PSOE busca más la cercanía con el PP -como viene siendo tradición- que con los independentistas catalanes como ERC que piden diálogo sin precondiciones para Catalunya a cambio de apoyar la lista de consejeros para RTVE. Y así, aunque el PSOE haga uso y abuso de la retórica de la “democratización de las instituciones”, como en este caso la radiotelevisión pública, la realidad es que negocia permanentemente con el PP en las mismas mientras bloquea cualquier demanda democrática básica. No por nada el PSOE fue, es y será un pilar del antidemocrático Régimen del 78.
¿Y cuál es el papel de Unidos Podemos en toda esta impostura? Limitarse a apoyar la candidatura del PSOE con Fernando Flores a la cabeza, sin proponer otro candidato por “falta de esperanza en que lo apoyaran” y confirman que participarían en el acuerdo al que puedan llegar PSOE y PP.
Pero la realidad es que el affaire RTVE es sólo una manifestación más de la nueva agenda podemista y su subordinación descarada a Sánchez y el PSOE en el gobierno.
Ya desde la inauguración de Sánchez como presidente del Gobierno Pablo Iglesias dejó claro su disposición a que nos “comiéramos con patatas” los presupuestos del PP. Una metáfora que resume una táctica y una estrategia: mantener los gestos y guiños supuestamente progresistas, mientras se relegan una vez más las demandas democráticas y sociales insatisfechas, se respetan las reformas laborales, se aceptan mansamente los recortes y políticas neoliberales en educación y demás herencias de anteriores gobiernos -tanto del PP como del propio PSOE-.
Poco ha durado la “batalla cultural” de la que tanto se habló en los primeros días del nuevo gobierno, como también el relato de la “regeneración” de las irreformables instituciones de esta democracia para ricos.
Algunas no nos olvidamos de cuando gritábamos “PSOE y PP la misma mierda es”. Ya va siendo hora de recuperar esa consigna como base para luchar por una izquierda subordinada a los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares, no al régimen político. |