El pasado viernes el Gobierno de Donald Trump publicó un comunicado firmado por el Departamento de Estado en el que no ahorra alabanzas con el Gobierno de Mauricio Macri.
“En nombre del presidente Trump y del pueblo de los Estados Unidos de América, felicito al pueblo de Argentina por 202 años de independencia” comienza el texto que luego termina haciendo referencia concreta a las medidas económicas de un discípulo ejemplar: el gobierno de Cambiemos.
“Los Estados Unidos valoran su estrecha asociación con Argentina. Nuestros países comparten intereses y valores comunes. Cada vez más, los lazos del comercio, la cooperación en materia de seguridad, el apoyo a la democracia y los derechos humanos, la educación y el turismo están uniendo a nuestra gente para nuestro beneficio mutuo” dice el comunicado.
La “estrecha asociación con Argentina” hoy es más “estrecha” que nunca desde que el acuerdo entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se concretó el mes pasado. El acuerdo establece un crédito de 50.000 millones de dólares del organismo internacional a cambio del cual el Gobierno se compromete a una política de duro ajuste fiscal.
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“También aplaudo a la Argentina por sus valientes esfuerzos para implementar reformas económicas orientadas al libre mercado. Bajo el liderazgo del presidente Macri, la Argentina está haciendo las inversiones correctas para la prosperidad y el éxito a largo plazo” concluye el comunicado.
Un apoyo imperialista para lo que se viene
El Gobierno nacional recibió con alegría las gratas palabras del Gobierno estadounidense y sin dudas las considera un gran espaldarazo para continuar con su política económica de ajuste y ataque contra la amplia mayoría de la población (los trabajadores y los sectores más empobrecidos), que ya venía aplicando desde el comienzo de su gestión, pero que con el acuerdo con el FMI pega en salto y se acelera.
Este espaldarazo ya adquirió valores concretos. El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, afirmó, en declaraciones a Radio Mitre, que el presidente Macri firmará un decreto en los próximos días “de austeridad y reordenamiento” que impondrá un “ahorro” de más de 20.000 millones de pesos en la administración pública, según cálculos de esa cartera. Lo que significa más despidos para los trabajadores estatales, además de congelamiento y reducción salarial.
El ministro reconoció que el Estado, desde que asumió Macri en diciembre del 2015, despidió a unos 32 mil empleados públicos, esto es “una reducción del 13,5% de la administración central”, según las palabras del propio Ibarra.
El Gobierno profundizará su política de ataque que es un verdadero combo explosivo contra los intereses populares. Tarifazos en los servicios públicos que superan el 1000 % y seguirán. Devaluación del dólar de más del 50% en 5 meses. Una inflación que se estima entre un 30% y 32 % y paritarias muy por detrás, aún con el nuevo techo del 25% acordado entre el Gobierno y la dirigencia sindical.
A estas medidas antipopulares, hay que sumar despidos masivos en el Estado. Hoy ya lo están sufriendo los trabajadores de Telam, que enfrentan más de 300 despidos y el cierre de algunas corresponsalías en distintos puntos del país.
La contrapartida de este brutal ataque, que sufre la mayoría, son las extraordinarias ganancias que se está embolsando una minoría de la población: los grandes capitalistas.
Las patronales del campo seguirán manteniendo un extraordinario beneficio: la baja de las retenciones, que encima Macri prometió que seguirán bajando. Mientras que los consecionarios de los servicios públicos, privatizados durante el menemismo y a pedido del organismos como el FMI y el Banco Mundial, continuarán llenandose los bolsillos gracias a los tarifazos previstos para septiembre y octubre.
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La izquierda y el rechazo al FMI
Las consecuencias de la injerencia del FMI en la política argentina ya las vivimos. Por esta razón, desde el Frente de Izquierda rechazan este espurio acuerdo, que no es más que un nuevo saqueo, en el parlamento y en las calles.
En el Congreso, los diputados, Nicolás del Caño y Nathalia González Seligra, vienen insistiendo con la propuesta de que el acuerdo con el FMI se someta a una consulta popular vinculante. Ya que las terribles consecuencias caen sobra las espaldas de el pueblo, que el pueblo decida. Sin embargo, el oficialismo con la ayuda de un sector del peronismo (PJ y Frente Renovador) lo impiden.
Y en las calles, le exige a las centrales sindicales, en vez de medidas de lucha aisladas, un plan de lucha con continuidad hasta la huelga general activa para derrotar el plan de ajuste y el acuerdo con el FMI. |