Edgardo Videla
| Delegado Comisión Interna de Cuyoplacas | Mendoza
El virtuoso tecladista de la banda británica Yes, visitó la provincia de Mendoza, con su espectáculo “Rick Live Symphony Orchestra”, se presentó en el Auditorio Ángel Bustelo.
El domingo 8 de julio pasado, el legendario músico inglés Rick Wakeman se presentó en nuestra provincia con un formato sinfónico, acompañado por una destacada orquesta y coro, conformada por 40músicos mendocinos. El espectáculo se apoyó, básicamente, en dos de sus álbumes solistas más destacados, su álbum debut, “Las seis esposas de Enrique VIII” (1973), y el recordado “Journey to the Center of the Earth” (Viaje al centro de la Tierra), de 1974, inspirado en el cuento homónimo de Julio Verne, pero no estuvieron ausentes algunos emotivos homenajes y tributos.
Ante un público que llegaba a las 1.300 personas, compuesto por la primera generación de seguidores de Yes, que contrastaba llamativamente con una concurrencia bastante nutrida de jóvenes fanáticos del tecladista, apenas pasadas las 22 hs, con los músicos de la Orquesta Sinfónica ubicados en el escenario, salió el gigantesco Wakeman ante una ovación, a la que él mismo respondió aplaudiendo de frente a l público. Comenzó el show con la primer parte del álbum “Viaje al centro de la tierra”, una impresionante apertura de espectáculo de aproximadamente 20 minutos, con todo lo que había sobre el escenario. Al finalizar el tema, el artista sacó a relucir una característica que lo identifica en su personalidad; la interacción con el público, se disculpó por su mal español, diciendo, en inglés: ”ya mi inglés es bastante malo, pero mi español es peor, pido disculpas por eso”, para atacar enseguida el segundo tema del show, una parte, arreglada para orquesta del álbum “Return to the center” (1999).
Siempre poniéndose de pie después de cada tema, y caminando por el escenario, el músico hablaba con el público; “Tengo una pregunta”, dijo "Hay matrimonios en el público, hay casados?", al ver las manos alzadas, comentó “Interesante…, cuantos se han casado dos veces? Tres veces? Cuatro Veces?” Esta última no contó con manos alzadas. ”Eso me deja solo”, respondió” Yo me casé cuatro veces. Me gustan la bodas, y las tortas de casamiento… Pero hay un tipo que me superó, este hombre se casó seis veces…” Al ver que el público comprendió que hablaba de Enrique VIII, Wakeman dijo “Vamos a tocar Catherine of Aragon (Catalina de Aragón)”y atacó el tema, con un hermoso arreglo para orquesta.
“Este año, Yes cumple 50 años de trayectoria, es impresionante para mí, que entré a la banda con 20 y ahora tengo 69 años. Por eso quiero realizar un homenaje a Yes con un versión corta de un tema de “Close to the Edge” (Cerca del Abismo-1972)” dijo el tecladista antes de interpretar magníficamente, una muy bella adaptación de “And you and I” (Y Tu y yo). Luego, dialogando nuevamente con el público, expuso que en los 60, no había una sola banda de rock, que no estuviera influenciada por Los Beatles, “Vamos a tocar versiones totalmente diferentes a las originales, de “Help” y de “Eleonor Rigby”” anticipó Wakeman, y agregó, a modo de chiste, “La razón por la que aún sigo haciendo estas versiones…, es porque Paul McCartney jamás vino a verme”. Y cumplió. Exquisitas versiones. Help, sinfónico, y Eleonor Rigby ,sinfónico y furioso.
Luego recordó a los músicos de su generación que han fallecido en los últimos tiempos, y habló brevemente de su amistad con David Bowie, a quien recordó, en uno de los momentos más emotivos del show, cuando interpretó, solo, al piano, el clásico “Life in Mars”, del álbum de Bowie, “Hunky Dory”(1971), en donde Wakeman fue músico invitado.
Luego, volvió, ahora con la orquesta, a las esposas de Enrique VIII, con “Jane Seymour”, y concluyó el recital con la última parte de Viaje al centro de la Tierra, otros 20 minutos épicos. Nunca mejor aplicado, un final a toda orquesta (y coro). Potente y sensible adaptación del original, con momentos de variaciones en tiempo de rag-time, que recordaban vagamente a Keith Emerson de Emerson Lake & Palmer, en los que resaltaba el ritmo marcado por un sutil sonido de pandereta.
Este final levantó al público para ovacionar de pie al talentoso músico, que a su vez, hizo poner de pie a la Orquesta de mendocinos para compartir el reconocimiento. Ante la insistencia y la persistente ovación que no cesaba, Rick Wakeman, salió a realizar tres bises a modo de despedida.
El recital concluyó a la medianoche, dejando varias sensaciones, la primera, es que Rick Wakeman tiene todas la virtudes de un concertista clásico de piano, pero que es un músico de rock, y fundamentalmente, un músico de banda de rock, es decir que necesita del trabajo en equipo sobre el escenario, por este motivo, las adaptaciones de su obra para una Orquesta Sinfónica, están lejos de resaltar su virtuosismo, sino que están pensadas para lograr una amalgama más que agradable entre su talento, y el trabajo de los músicos que lo acompañan, y eso nos lleva a la segunda de las sensaciones que dejó el recital: los músicos mendocinos no solo dieron la talla, estuvieron a la altura, además, se los noto muy comprometidos con su trabajo, y muy compenetrados con la obra que interpretaban, y algo muy destacable, se notaba en muchos de los miembros de la orquesta que estaban disfrutando de estar en ese lugar. Por último, el recital dejó la sensación, en todos los que pudieron estar en el Bustelo esa noche, que presenciaron un espectáculo de un nivel sobresaliente, que dejará una marca indeleble en la memoria rockera mendocina.