Longueira tuvo su día de furia. El referente y ex dirigente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), actualmente procesado por cohecho en el denominado caso Soquimich (SQM), apuntó sus dardos hacia el fiscal Pablo Gómez, e hizo sus descargos por medio de un documento en el cual cuestiona su “profesionalismo”, y donde asegura que es completamente inocente de los delitos que le acusan.
“Desde hace casi tres años, mi familia y yo hemos sido objeto de una persecución implacable e injusta por parte del fiscal Pablo Gómez en la causa denominada Soquimich.
En el transcurso de esta investigación allanaron mi casa y mi oficina, amedrentando a miembros de mi familia y a mis colaboradores en las funciones públicas que desempeñé, a pesar de que permití el acceso voluntario a mis cuentas corrientes personales y de las fundaciones que creé. Buscaron, infructuosamente, encontrar evidencias que desmintieran la verdad: que yo no he recibido ni un solo peso para mí de la empresa Soquimich ni de ninguna otra empresa. Fui víctima, además, de destempladas declaraciones y filtraciones ilegales que intentaron desacreditar una vida dedicada al servicio público” señala en una parte del documento.
Luego sigue “Soy un hombre de paz y no conozco el rencor, pero llegó la hora de que los fiscales respondan cuando actúan con escaso profesionalismo y carecen de la más mínima imparcialidad en la gestión de sus causas. La Ley los obliga a ser objetivos”, para terminar manifestando “He aceptado en silencio años de persecución injusta de este equipo de fiscales. Para reivindicar el ejercicio de la actividad pública ratifico que no aceptaré ninguna salida negociada, que defenderé mi inocencia con las armas del Derecho y que, una vez declarado inocente de esta persecución, consagraré todos mis esfuerzos al objetivo de que los ciudadanos, cualquiera sea su posición política, no queden sujetos al arbitrio de fiscales sesgados y parciales. Confío en el Poder Judicial de mi querido país y en su capacidad para aplicar la ley sin discriminaciones ni sesgos políticos. Ha terminado la etapa de persecución y llega la hora de la Justicia”
La hora de Pablo Gómez y el vuelco en sobreseimiento de Fulvio Rossi
Durante las últimas semanas hemos sido testigo de cómo la impunidad viene cantando victoria frente a las condenas dictaminadas por la justicia chilena donde los Pentacasta han quedado libres de la cárcel, con irrisorias penas que van desde el pago de un porcentaje de lo defraudado hasta clases de ética, como fue el caso de Carlos Délano y Carlos Eugenio Lavín.
El caso de Pablo Longueira también se presenta en este contexto, donde una aparente pujanza entre la figura derechista y el fiscal Pablo Gómez, no es sino la mediatización de un fenómeno que se consolida, que es la más absoluta impunidad de importantes sucesos que sacudieron la opinión pública, y que hoy luego de años comienzan a cerrarse con los famosos “procedimientos a abreviados” o sobreseimientos. Tal es el caso del ex senador del Partido Socialista (PS), Fulvio Rossi, a quien en un vuelco insólito por parte del Octavo Juzgado de Garantía, se le otorgó el sobreseimiento definitivo, dentro del marco de los casos de financiamiento irregular por parte de la empresa SQM.
Son los privilegios de la casta política, quienes a diferencia del pueblo trabajador y pobres, pueden llegar a acuerdos express o rebajas cualitativas en sus sentencias, lo cual es la máxima expresión de que la justicia que opera en Chile, es la justicia al favor de los grandes empresarios, y los fieles defensores de sus intereses de clase. |