Este miércoles comenzó la discusión en el parlamento del Estatuto Laboral Juvenil para estudiantes de educación superior que pertenezcan a instituciones acreditadas, debido a la urgencia que le dio el gobierno en el marco de contrarrestar la sequía legislativa de Chile Vamos será votado hoy jueves 12 de julio. Este proyecto fue ingresado el año 2013, en el primer gobierno de Sebastián Piñera, pero fue desechado producto de las elecciones presidenciales venideras. Según el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, esta iniciativa nace a raíz de la baja inserción al mundo laboral de este tipo de trabajadores, que solo representan un 9%. La excusa que sostienen es que esta nueva medida ayudaría a la inclusión de este sector de la población y también a generar una vinculación de estos, pues la tónica es que los recién egresados se les es más complicado obtener empleos producto a la falta de experiencia.
En términos concretos, Piñera, el presidente de los empresarios, quiere imponer otro ataque certero a los trabajadores, en este caso a los jóvenes que estudian y trabajan paralelamente, quienes se endeudan por más de 20 años en créditos universitarios y deben complementar las más diversas actividades para poder mantenerse o aportar en sus hogares.
Hoy, el gobierno derechista quiere anular las victorias históricas del movimiento de trabajadores, negando la antigüedad laboral, exponiendo a jóvenes a extenuantes jornadas laborales sin derecho a cobrar horas extras y acomodando estas al criterio de la patronal. Hace algunos años el gobierno de la Nueva Mayoría negó la educación gratuita universal, hoy el gobierno de Chile Vamos negará el derecho a sindicalización. Pero esto no lo dice el gobierno, ellos ante la opinión pública muestran que el nuevo estatuto ayudaría a incrementar las pensiones por la temprana vida laboral y reducir las altas tasas de desempleo.
Pero ¿qué nos sorprende? el primer periodo de Chile Vamos ha estado marcado por numerosos despidos, por atacar al movimiento estudiantil y montarse sobre la ola del movimiento de mujeres. Este gobierno, a pesar de tener minoría parlamentaria, pelea por imponer su agenda de ajuste y de ataques ante la mirada pasiva de las principales multisindicales y gremios, de los más variados colores, desde los ex Nueva Mayoría, pasando por el FA hasta organizaciones de corte clasista como la AIT. De qué sirven declaraciones públicas de los más diversos partidos si no empujan a los dirigentes de los principales organismos del país a convocar movilizaciones contra estas medidas, de qué sirve que la CUT las critique vía prensa si después se reúne con el gobierno y los empresarios solo reivindicándose como "contraparte" al momento de entablar diálogo.
Fueron varias organizaciones quienes se posicionaron tibiamente en contra , entre ellas la Central Unitaria de Trabajadores, la ANEF, el PC y PS junto al Frente Amplio. El PC, a través de las Juventudes Comunistas JJCC envió una carta al ministro del Trabajo solicitando el retiro del proyecto de ley o en su defecto quitarle el carácter de urgencia. ¿Una carta es suficiente?
Para enfrentar estos ataques necesitamos sindicatos y organismos activos, democráticos y que sean todos los trabajadores quienes discutan y decidan cómo combatir, es urgente que las direcciones realmente se enfrenten estas medidas y no mantengan el statu quo y la pasividad de los trabajadores. No basta con dirigentes "rojos" si mantienen las mismas prácticas. Para enfrentar los despidos y las medidas de Piñera debemos crear una alternativa de izquierda y anticapitalista, antiburocrática que sea de los y las trabajadores, de los migrantes, las mujeres y la juventud. |