Jesús Seade es el responsable principal de continuar con las renegociaciones del TLC, asignado por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
En una entrevista que ofreció recientemente Jesús Seade, indicó la posición que tomará y ya está tomando la agenda del gobierno entrante en uno de los puntos más críticos y significativos que atraviesa nuestro país; la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Han pasado más de dos meses desde que se estancaron y dejaron de sesionar formalmente las reuniones oficiales para la renegociación del tratado, aunque permanece el intercambio informal de ambos equipos técnicos.
La situación se mantiene en términos generales similar (débil crecimiento económico en general y tensiones internacionales), pero ha modificado ciertos aspectos que en particular para los integrantes del tratado podría adquirir una relevancia importante. Entre éstos destaca la nueva imposición de aranceles en una lista considerable de artículos como el acero y el aluminio.
Seade hizo hincapié en que todas estas situaciones podrían considerarse dentro de la "normalidad", luego de casi 25 años de funcionamiento.
Señaló que "es necesaria una revisión", la cual hasta ahora ha sido asumida principalmente por el gabinete de Peña Nieto y que ha causado una "buena impresión".
Se dijo que es probable que estas negociaciones puedan estar finalizadas para antes de las elecciones intermedias de EE. UU. puesto que no ve ninguna diferencia entre la administración actual y la futura administración de López Obrador en cuanto a los intereses y objetivos generales en materia de comercio internacional.
La entrada del nuevo gobierno mantenía en la incertidumbre este rubro, puesto que se tenía una idea errónea de que López Obrador estaba en contra del libre comercio y en particular de este tratado, lo cual fue desmentido en esta ocasión por Seade Kuri.
El futuro funcionario mencionó que busca la "continuidad total" en el rumbo que hasta ahora ha acordado la administración priista de Peña Nieto con el gobierno de Trump y aunque existen temas delicados como es la industria automotriz, se mantendrá un acompañamiento y una agenda de continuidad por parte de quienes son ahora designados por AMLO para tratar el tema.
De igual manera puntualizó que si bien no busca un "libre comercio puro" como es el que actualmente se ha jugado a ser la configuración de crecimiento económico nacional, si busca mantener algunos rasgos generales de esta estructura. Se trata de conciliar estos flujos fuertemente consolidados entre las economías participantes del tratado con una "agenda social" que propone el próximo gobierno.
Estas afirmaciones evidencian las actitudes que piensa tomar la próxima administración, se trata de planteamientos reveladores y fundamentales para pensar el próximo periodo.
El TLCAN se ha materializado en la vida nacional como uno de los fenómenos que más han repercutido y modificado la estructura económica y social de México.
Reorganizó las cadenas de valor en función del enriquecimiento de una larga lista de empresas de los tres países socios. Al mismo tiempo, es el principal responsable del ataque a los millones de trabajadores, en algunos casos como México mediante la consolidación y perpetuación del trabajo precario, los bajos salarios y la superexplotación, en otros como EE.UU. mediante la desindustrialización y el desempleo de regiones enteras del gigante del norte.
Las declaraciones del equipo de la administración entrante es muestra de la continuidad en materia de comercio exterior con respecto a la asumida por el gobierno peñanietista, en específico con respecto al TLCAN, el cual pone de manifiesto la integración económica regional en beneficio de las trasnacionales y sobre la base de aumentar la explotación a las grandes mayorías asalariadas. |