El miércoles a la tarde la Fiscalía en lo Criminal de Instrucción n°45 a cargo de Viviana Fein emitió un comunicado en el que decía que Antonio “Jaime” Stiuso ya había declarado en la causa por la muerte de Alberto Nisman. E informaba que, “para preservar el curso de la investigación, la fiscalía hace saber que no se difundirán ni el contenido de las declaraciones testimoniales ni de los informes médicos recepcionados.”
El jueves a la mañana varios medios, tanto oficialistas como Página/12 y opositores como La Nación, difundieron parte del testimonio de Stiuso ante Fein. Incluso otros medios accedieron a los “informes médicos recepcionados” en los que constaría que Nisman no tenía en la sangre al momento de morir más que un poco de clonazepam.
La frenética y desbocada batalla de operaciones políticas y periodísticas desatada desde la muerte del fiscal que había denunciado a Cristina Fernández en torno a la causa AMIA no para de dar nuevos saltos. Tras el ruidoso silencio del 18F, ayer volvieron a aparecer datos que complejizan la “investigación” del caso.
El factor Stiuso
El miércoles, un par de horas antes de que arrancara el 18F, la fiscal Fein informó que “ya se recibió la declaración testimonial del Ingeniero Alberto [sic] Stiuso” y que “dicho acto fue debidamente notificado a las partes”. Como era de esperar, la declaración de exhombre fuerte de la SIDE se realizó a escondidas a tal punto que, sabiendo o no del hecho, ningún medio publicó nada antes de que la fiscalía emitiera ese comunicado.
Lo curioso es que, según se supo después, Fein ni siquiera le avisó a la familia de Nisman cuándo y dónde iba a declarar Stiuso, pese a que como parte interesada había pedido estar presente. Y tampoco fue notificada, pese a haberlo solicitado con anterioridad, la defensa de Diego Lagomarsino, el ex empleado de Nisman que está imputado por haber sido quien le entregó al fiscal el arma calibre 22 de la que salió el disparo mortal.
Ayer algunos medios publicaron partes de la declaración de Stiuso cuyo contenido, supuestamente, Fein no iba a dejar que se difundan. Página/12 informó que “Jaime” negó ante la fiscal haber hablado con Nisman durante las semanas previas a su muerte. “No, no hablé con Nisman. Desde Navidad que no hablaba con él”, habría dicho Stiuso y hasta habría dicho que él no tiene nada que ver con la denuncia de Nisman contra Cristina por encubrir y dar impunidad a exfuncionarios iraníes involucrados en la causa AMIA. El diario financiado por el gobierno incluso brindó el detalle de que declaración de Stiuso tiene cuatro páginas. Evidentemente Fein deberá resignificar su concepto de “secreto”. Y casi como haciéndole contrainteligencia al espía, Página dice que “después de declarar, Stiuso viajó a Uruguay: lo hizo ayer mismo por tierra, vía la ciudad de Colón, Entre Ríos. Es la vía que usa siempre cuando sale del país, para no dejar en evidencia su verdadero destino.”
No sólo los medios k accedieron a lo que dicen que declaró Stiuso. El diario La Nación, para no ser menos, ayer publicó que el exespía “juró que no atendió ninguna” de las llamadas que, según los cruces telefónicos que figuran en el expediente, Nisman le hizo horas antes de morir. Y agrega que “Fein y Stiuso estuvieron frente a frente varias horas. A él lo acompañó su abogado, Santiago Blanco Bermúdez. A ella, el secretario de la fiscalía.”
Obviamente frente a tanta versión extraoficial, hay datos que dan para cualquier especulación. La Nación dice que Stiuso “no fue a la oficina de Fein” sino que “acordaron que ella le tomara declaración en ’otra fiscalía’”, y que “ni siquiera Alejandra Gils Carbó -jefa de todos los fiscales- sabe dónde fue”. Y Página/12 publicó que pese al feriado de Carnaval “todo indica que la declaración se tomó en el Palacio de Tribunales, en la oficina del fiscal general Ricardo Sáenz”, uno de los que encabezó nada menos que la marcha del 18F. Pero Sáenz, consultado por otro medios, salió a desmentir y dijo públicamente que eso no fue así. “No sé ni cuándo fue la declaración de Stiuso" y "muchísimo menos dónde", sentenció.
Lo que no se informó es si la fiscal le preguntó a Stiuso si era cierto que él le había dicho a Nisman días antes de morir que se cuidara de su custodia. Recordemos que eso es lo que Diego Lagomarsino manifestó haber escuchado de boca del propio Nisman el día que le llevó la Bersa calibre 22. Pero sí se dice que Stiuso negó conocer a Lagomarsino. Poco creíble, obviamente, al tener ambos una relación más que estrecha con Nisman sobre todo en al causa AMIA, donde los tres trabajaban en equipo. Y menos creíble aún si es cierta la relación que denuncian desde el propio gobierno entre Lagomarsino y la Secretaría de Inteligencia.
La exesposa no cree en el “suicidio”
Ayer también habló Sandra Arroyo Salgado, la jueza federal que vivió 17 años y tuvo dos hijas con Alberto Nisman. Lo hizo en exclusiva por radio Vorterix de Buenos Aires, entrevistada por Mario Pergolini, Reynaldo Sietecase y Romina Manguel.
Entre otras definiciones, la ex esposa de Nisman volvió a plantear sus dudas sobre la posibilidad de que el fiscal se haya “suicidado” por decisión propia. “Por su personalidad y porque no tenía motivos”, dijo Arroyo Salgado, “de ningún modo admito la posibilidad de que se trate de un suicidio. Y mucho menos como se ha presentado, con un arma de por medio. No.”
La jueza federal de San Isidro dijo también que “hay que preservar los fines del proceso, que es la búsqueda de la verdad”. Y en ese sentido siguió sembrando muchas dudas sobre la investigación que llevan adelante la fiscal Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. “Reclamamos poder llegar a la verdad y entiendo que informar y dar detalles de las líneas de investigación que se están siguiendo y de las pruebas que se obtuvieron malogra el avance de la investigación”, afirmó.
Y en un avance más de sus cuestionamientos agregó que ya pidió “un veedor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque en esta coyuntura judicial, política, policial y mediática no están dadas las garantías para que se realice una investigación imparcial y sin riesgos para cumplir con los fines de la búsqueda de la justicia. Y además porque me parece muy importante que, sea el resultado que sea al que se llegue, la gente y la opinión pública en general lo crea”.
Los cuestionamientos de Arroyo Salgado a la investigación y su participación en la cabecera de la marcha del 18F a quien más incomodan es al gobierno, quien desde la muerte de Nisman evidenció un curioso giro respecto al proceso judicial del que todo el mundo habla. Lo que en los primeros días era un enfrentamiento directo de algunos funcionarios nacionales y medios oficialistas con la fiscal Fein y la jueza Palmaghini se fue transformando en un apoyo cada vez más explícito. Las razones últimas no se conocen, como casi todo en esta crisis. Pero si entre quienes más apoyan a Fein hoy por hoy estánel secretario de Seguridad Sergio Berni y el secretario general de la Presidencia Aníbal Fernández, el encubrimiento y la “cancha embarrada” pueden ser algunos de los motivos.
El factor Natalia
Como si todo lo anterior no alcanzara, ayer se presentó ante la fiscal Fein la testigo que había puesto en duda todo lo hecho por la misma fiscal en el departamento de las Torres Le Parc de Puerto Madero la noche del 19 de enero con el cuerpo del fallecido aún en el baño. Natalia Fernández, la testigo ocasional del primer operativo judicial en el departamento, habría ratificado lo que le dijo dos días antes a Clarín y Radio Mitre. Entre otras cosas, que los peritos de la Policía Federal, Prefectura y el personal judicial cometieron todo tipo de irregularidades mientras recogían pruebas en la escena del crimen.
Recordemos que esas declaraciones publicadas en los medios de “la Corpo” desataron la ira de Fein, quien salió a desmentir todas y cada una de las “barbaridades” dichas por Natalia. Barbaridades que motivaron que Berni y Fernández salieran a respaldar a Fein y a darle un apoyo contundente a la investigación.
Que la testigo, una empleada de un bar de la zona convocada “in situ” la misma noche del hallazgo del cuerpo del fiscal, haya reafirmado sus dichos no hace más que complejizar una historia con ribetes más que novelescos. Las noticias, las versiones de las noticias y las desmentidas de las versiones de las noticias, se suceden de forma constante y agregan cada vez más confusión.
En medio de todo esto, está en pleno desarrollo la profunda crisis política que sigue abriendo nuevos capítulos, como el 18F, en un año donde se discute la sucesión del kirchnerismo.
Y cada vez está más lejos, obviamente, la verdad. |