Foto: Prensa Amsafe Rosario
El #13J fuimos muchas y muchos trabajadores de la educación los que nos movilizamos para que sea ley el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, para que no haya más mujeres que mueran por abortos clandestinos.
Algunas por primera vez, salieron a la calle con su pañuelo verde, hablaron del tema en la escuela, pudieron expresar sus experiencias vitales miles de veces reprimidas por la estigmatización social, y tomaron en sus manos esta enorme pelea que desde hace años la izquierda y el movimiento de mujeres viene reclamando. Hoy, a pocas semanas de la votación en el senado, tenemos que redoblar la apuesta.
En los últimos meses más compañeras se animaron a hablar del tema. Pero fueron las propias estudiantes las que rompieron el silencio y, sin ningún tapujo, levantaron la bandera por el aborto legal. En la mesa familiar, en las redes sociales, llegando a hacer pañuelazos en escuelas religiosas. Fueron el empuje para que muchas alcemos la voz y digamos basta.
Ante esto las docentes redoblamos la apuesta, ya casadas de silenciar la realidad que vivimos, porque somos testigos de la realidad que sufren los sectores más vulnerables. Somos las y los profes quienes vemos a las jóvenes teniendo que padecer un aborto en la clandestinidad o transcurrir un embarazo no deseado, por no poder ir a un hospital. Esta diferencia de clase, que nos da bronca es contra la que luchamos, a la par que exigimos el cumplimiento de la ESI.
Durante el kirchnerismo tuvimos que tolerar que el gobierno, que se decía progresista, mantenga un acuerdo con la Iglesia católica y cajonera el proyecto en seis oportunidades. Un capítulo aparte merece el vergonzoso rol de Contigiani del Partido “Socialista”, un verdadero usurpador y vocero del Vaticano.
La única excepción fue la bancada del Frente de Izquierda que votó en su totalidad a favor de la legalización y que además estableció este reclamo como una de sus principales consignas de las últimas campañas electorales.
Aprendimos que los derechos se conquistan luchando, y es por eso que vamos a continuar en las calles. Porque no queremos seguir cobrando menos que nuestros compañeros varones, porque somos la mayoría de las asalariadas del planeta, porque en el gremio docente somos abrumadora mayoría cuando la dirigencia sindical es casi en su totalidad varones.
Amsafe y Sadop tienen que llamar al paro
Muchas veces nos preguntamos qué pasaría si las direcciones sindicales se pusieran a la cabeza de este reclamo, como exigió una delegación de trabajadoras en la CGT la semana pasada.
Sonia Alesso, tomó la palabra en el debate del Congreso, y se posicionó a favor del derecho al aborto. Pero contradictoriamente, Amsafe provincial no llamó al paro, así como tampoco lo hizo Ctera. De haberlo hecho miles de docentes podrían haber asistido el 13 de junio al Congreso o movilizado en sus ciudades. En contrapartida solo se pudo movilizar un puñado de docentes titulares a contraturno o jugándosela con un “imprevisto”. Los reemplazantes, que representan un sector muy importante, tuvieron que ir a las escuelas.
Finalmente, las banderas de Amsafe Rosario estuvieron en el Congreso, pero solo participaron 60 docentes cuando la seccional tiene 900 delegados. Esto no se explica por la falta de interés docentes sino por la parálisis de la seccional todos estos meses.
Foto: Prensa Amsafe Rosario
En un gremio donde la mayoría somos mujeres, ni siquiera se discutió en las escuelas, ni en asambleas, ni se generaron espacios para traducir la fuerza en este ámbito.
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En estos años, ya era una quijotada poder abordar los temas planteados en la ESI, y en las escuelas privadas queda de manera “discrecional” su aplicación. Estas mismas instituciones, aplicaban “objeción de consciencia", mientras el Estado financia con dinero público su credo religioso y privado. Por eso es que también exigimos la separación de la Iglesia del Estado, y que no seamos las trabajadoras y trabajadores los que tengamos que pagar los sueldos de los curas y todas las prebendas que reciben.
Señalamos esta enorme traba autoimpuesta desde las conducciones, porque esta es una gran pelea que tenemos hacia el Senado, y es que toda la docencia que esté a favor de este derecho elemental tiene que poder viajar y ser parte de esa marea verde.
Seguimos en las calles, también contra el ajuste de Macri
Desde la agrupación Marrón, desde Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda, estamos convencidos que los reclamos de trabajadoras y trabajadores contra el ajuste tienen que ir de la mano con la consigna del aborto legal, seguro y gratuito.
Se juega la vida o la muerte de la mitad de la clase trabajadora. La misma mitad que realiza mayoritariamente el invisibilizado (y por lo tanto no pago) trabajo doméstico. La misma mitad que es inmensa mayoría de nuestro gremio y sufre los ataques de todos los gobiernos que nos tildan de “vagas” porque no nos consideran profesionales sino “madres full time”. La misma mitad que ve día a día el aumento de la desocupación y la pobreza de cada barrio, de cada escuela y cada comedor. La misma mitad que defendió la plaza con los pañuelos blancos o que paró las ollas populares en las rutas del país y que ante este nuevo saqueo nacional seguro que volverá a dar ejemplo en el país y el mundo.
Nuestro gremio tiene que iniciar ya una campaña de debate en todas las escuelas, de organización de miles de docentes para preparar la batalla de la votación en el Senado.
El próximo 8 de agosto estaremos en el Congreso para que el aborto sea Ley, y para seguir organizadas contra el ajuste que nos quieren aplicar. Sumate a viajar con Pan y Rosas y La Marrón Docente! |