Víctor Hugo Espíndola Castro, jefe de Análisis del Servicio Sismológico Nacional (SSN), declaró en entrevista para Notimex que se espera que el número de réplicas sea mínimo.
“Es un sismo que ocurre a 60 kilómetros aproximadamente de profundidad y donde han ocurrido una cantidad de temblores en toda esa región; cerca del año 2000 ocurrió un sismo importante que causó grandes daños. Sí son sismos que son consecuencia de esa dinámica entre las placas de Cocos y Norteamérica”, explicó el especialista.
Afirmó que el movimiento telúrico en esta zona se originó porque la placa de Cocos se mueve y cuando se encuentra con la placa Norteamericana se subduce, es decir, se va por debajo, sufre deformaciones.
“Es una consecuencia de esa dinámica entre las dos placas, tiene una similitud con el de septiembre porque los dos son intraplaca de Cocos, en la misma falla de esa región pero un poco más al Este, los dos son más o menos el mismo proceso”, apuntó.
Espíndola Castro informó que ambas placas están en constante movimiento "y, entonces, en ciertas regiones, este contacto va acumulando energía y de repente el material del que está compuesto esa parte de la corteza no resiste y hay un rompimiento".
Es bastante común, agregó, que ocurran sismos ahí, de hecho, ocurren continuamente temblores, pero muy pequeñitos, de magnitud 4 o 4.5 que no siente nadie y los registramos y los tenemos presentes en el catálogo sísmico.
Asimismo, expresó que es posible que ocurriera un movimiento telúrico de mayor magnitud en esa región de la Mixteca, un poco más al norte del estado de Puebla, cerca de Veracruz o en la región donde fue el 19 de septiembre del año pasado.
Señaló el experto que “Mientras estemos viviendo en este planeta seguiremos sufriendo todo este tipo de acontecimientos y lo importante no es tanto eso, sino evitar producir con estos eventos una catástrofe, porque las catástrofes se originan
con acciones humanas como asentándonos en lugares que no debemos, o no construyendo bien”.
Es decir, la clave es la prevención, que incluye tomar medidas de seguridad en las construcciones, tanto en la definición de los lugares donde se edificará, así como en materiales y técnicas a emplear. Medidas que en general no se suele tomar, como se evidenció en los sismos de 2017, debido a que los altos funcionarios priorizan los intereses de inmobiliarias y constructoras antes que la seguridad de la población.
Con información de Notimex |