Disconforme con el resultado de la votación en el Concejo Deliberante de la ciudad entrerriana que rechazó el proyecto para declararla ciudad “Pro vida”, el Intendente redobla su apuesta retrógrada nombrándola por decreto.
A un mes de que el Concejo Deliberante rechazara, por el escaso margen de un voto, declarar a Concordia ciudad “Pro vida”, el intendente del Partido Justicialista (PJ), Enrique Tomás Cresto, volvió a ratificar su convicción religiosa y sus acuerdos en nombre de toda la población.
El proyecto fue presentado junto al viceintendente Armando Gay, también firmante de los acuerdos con la Iglesia Católica en el Vaticano, que a través del eufemismo de honrar lo acordado en el Pacto de San Antonio de Padua, implica ir en contra de lo votado en el Concejo y conquistado con la lucha de cientos de mujeres en las calles.
La idea del decretazo parece haber surgido luego de que su padre, Juan Carlos Cresto, dos veces exintendente y actual presidente del Concejo Departamental del PJ, impulsara una carta cuestionando abiertamente el resultado de la votación (en la que otro Cresto, su sobrino Amadeo, se abstuvo) solicitando que los legisladores locales revean su decisión.
Además sostuvo que “lo que se escribe con la mano no se puede borrar con el codo”. Y por si hiciera falta agregó que comparte “en todos sus términos la carta abierta difundida en los medios locales por la Asociación de Pastores Unidos de Concordia”, en la que repudian la decisión del Concejo Deliberante de rechazarles el retrógrado proyecto.
Fuente El Entre Ríos
En tiempos de mareas verdes donde millones de mujeres en todo el país se organizan y movilizan para conquistar el derecho al aborto libre, seguro y gratuito,
un decreto en contra podría hacer ruido en la confianza de todo este movimiento hacia las instituciones.
La ratificación de aquel acuerdo de 2016 con el Vaticano, que según su propia letra “apunta a enfrentar el cambio climático, el narcotráfico, la trata, la pobreza, la desnutrición y la violencia de genero”, son en realidad medidas que ya están consagradas en leyes e implican la responsabilidad del Estado.
El mismo, agrega la “novedad” de otra consigna: la defensa de la vida desde la concepción y de "las dos vidas" en todos sus términos, así como reconocer como único modelo legitimo de familia a las monogámicas homo-parentales.
Desde la Multisectorial de Concordia, que nuclea a más de quince organizaciones, llamaron a redoblar la lucha e impulsaron una declaración pública.
En la misma afirman que la ciudad “no puede ser un lugar que no nos incluya, porque la verdad es que hoy en el siglo XXI plantear que la forma de familia es solo una, es dejar al margen casi a la mitad de la población”.
En el mismo sentido afirmaron que luchan “por el derecho al aborto y de ninguna manera buscamos imponer lo que pensamos, sino que queremos sencillamente que no nos impongan las formas y las decisiones de los demás. Bajo ningún punto de vista vamos a permitir que los credos nos gobiernen”.