El decreto 683 de Mauricio Macri, que reformula el rol de las Fuerzas Armadas y levanta la prohibición de que actúen en tareas de seguridad interior, desató una ola de repudio generalizado. Quienes primero alzaron su voz fueron la totalidad de los organismos de derechos humanos de Argentina, quienes convocaron a movilizarse este jueves en repudio a la medida.
La Izquierda Diario recogió testimonios de Madres, Abuelas, hijas e hijos de víctimas del genocidio.
“Es muy preverso, no se puede permitir”
Mirta Baravalle, cofundadora de Abuelas y de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, dijo que “es enorme la indignación. Ante la nefasta resolución del Presidente de esta reforma sobre las Fuerzas Armadas no puedo dejar de rechazar y expresar mi más enérgico repudio frente a esta barbaridad. Aquella misma fuerza que fue parte de la más sangrienta y criminal dictadura genocida. No se puede permitir, no se puede aceptar este avasallamiento al pueblo. ¡¿Cómo opinan que es seguridad tener a los militares en las calles?! Pasaron décadas y aún seguimos sufriendo las secuelas de aquella dictadura tan terrible. Debemos tener fuerzas y continuar la lucha”.
Por su parte Elsa Pavón, también cofundadora de Abuelas y referente de la Asociación Clara Anahí, consideró “muy perverso no sólo el querer retrotraernos a los tiempos del horror, sino desde el lugar que lo anunció el Presidente, desde Campo de Mayo, para que quede bien claro su mensaje. No tiene en cuenta que somos un pueblo que ha dicho ¡nunca más!”
Elia Espen, otra emblemática Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, afirmó estar “muy preocupada, tenemos que tomar nota y estar muy alertas a todo lo que pase. ¿Cómo estar de acuerdo con que las Fuerzas Armadas intervengan con todo lo que hemos pasado?”.
Desde Neuquén Lolín Rigoni, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo filial Neuquén-Alto Valle, sumó su rechazo. “Estamos totalmente en contra, desde un lugar como es el de las Madres y de muchas otras personas que han sufrido en carne propia esa terrible dictadura de siete años, que creo que la hemos sufrido todos, tenemos que frenarlo. Hemos tenido experiencia de lo que son las Fuerzas Armadas, esto es muy preocupante. Todas las cúpulas y los altos mandos provienen de la dictadura y el presidente dice que son las Fuerzas Armadas del Siglo XXI. Nosotras las Madres tenemos una frase: memoria, resistencia y lucha. Eso es lo que hay que tener. Vamos a luchar para que esto no llegue a concretarse”.
“Tenemos que ser miles en las calles”
María Victoria Moyano Artigas, nieta restituída por Abuelas y referente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), destacó que “el rol que le quiere adjudicar Macri a las Fuerzas Armadas vuelve a poner el eje en la Doctrina de la Seguridad Nacional, ideada por los Estados Unidos y que fue la base de los golpes de Estado perpetrados en América Latina por las Fuerzas Armadas de los respectivos países, construyendo la vieja figura del enemigo interno. La injerencia de las Fuerzas Armadas en seguridad interior es una política actualmente utilizada en distintos países de América Latina también a propuesta de Estados Unidos, como Colombia y México, que tiene como consecuencia miles de muertos y desaparecidos”.
Moyano recordó que “ya Cristina Kirchner en 2011, con el argumento de ‘combatir el tráfico de drogas‘ impuso los Operativos Fortín I y II y Escudo Norte, autorizando a las Fuerza Aérea y al Ejército a dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad. Así, por un lado, liberó a Gendarmería y Prefectura para enviarlas a los barrios pobres de las grandes ciudades y el conurbano bonaerense; y por otro lado sentó las bases para que Macri profundice esta política nefasta. Tenemos que ser miles en las calles para repudiar el decreto de Macri y exigir su inmediata derogación”.
Juan Contrisciani, hijo de desaparecido, trabajador del Astillero Río Santiago y referente del sindicalismo clasista y de izquierda, destacó que “mientras el gobierno se entrega de rodillas al FMI prepara la represión. Las Fuerzas Armadas ya jugaron un nefasto papel en este país y por ello se ganaron el repudio de amplísimos sectores de la clase obrera y el pueblo pobre. Los hijos, familiares, sobrevivientes que venimos luchando en forma independiente siempre sostuvimos el no a la reconciliación con los genocidas y sus cómplices. Todos los gobiernos, incluido en anterior, trataron de amigar a las Fuerzas Armadas con la sociedad sin éxito. Hoy Macri va más allá con esta medida que los trabajadores tenemos que rechazar y frenar con la movilización”.
Carlos Oroño también es obrero (trabaja en Fate) e hijo de desaparecidos. “Yo fui separado de mi madre a los tres meses de haber nacido y de mi hermana de un año y medio. Para mí tener que escuchar al presidente anunciar desde el mismo lugar donde estuvo mi madre detenida clandestinamente, que las Fuerzas Armadas vuelven a las calles a reprimir al pueblo cuando la mayoría incluso no ha sido condenado me parece terrible, no lo podemos aceptar”, dijo a este diario. “Tampoco aceptamos que el gobierno anterior haya designado al genocida Milani al frente del Ejército”, agregó. Así, repudió “enérgicamente la decisión de Macri de usar a las Fuerzas Armadas en contra del pueblo trabajador para reprimir las luchas que vendrán ante el ajuste del FMI y la quita de derechos”.
Oroño recordó que en Fate “tuvimos compañeros desaparecidos y sabemos lo que ha costado. Como integrante de la Lista Granate del Neumático tenemos junto a mis compañeros un compromiso de pelear por los derechos de todos los trabajadores y luchar contra esta decisión del gobierno es parte de eso”.
La Izquierda Diario le consultó su opinión también a Érika Lederer, hija del genocida Ricardo Lederer, quien fuera médico y segundo jefe militar de obstetricia de la maternidad clandestina de Campo de Mayo. “Repudiamos esta decisión del gobierno de Macri”, sentenció quien desde un lugar diferente también viene dando testimonio del terror.
“Desde la vuelta a los gobiernos constitucionales las Fuerzas Armadas tienen solo permitido tomar injerencia en asuntos de defensa en caso de ataque exterior. El argumento ya conocido desde las épocas más atroces que vivió la Argentina, es la idea que pretenden hacernos creer que existe un ‘enemigo interno‘, excusas ya conocidas con resultados que aún hoy nos duelen, por eso ya nuestra sociedad se alzó contra el intento del 2x1. No a la injerencia de las Fuerzas Armadas en los asuntos de seguridad interior”, finalizó Lederer. |