Después de haberse presentado su remoción por parte de parlamentarios del Frente Amplio, el Partido Progresista y sectores de la ex NM, por verse involucrado en reuniones con los abogados del caso Penta, SQM o con la UDI para abordar el caso de Iván Moreira.

Como un lloriqueo; así tildó el medio El Mostrador, la defensa que presentó el fiscal Jorge Abbott ante la Corte Suprema por la solicitud de remoción, por sus vínculos con los abogados del caso Penta, SQM y la UDI. Y es que no es para menos.

Se trata de un documento de más de 70 páginas en donde Abbott acusa una persecución política en su contra, sin “fundamentos jurídicos”, además de tildar la denuncia como una “instrumentalización” del caso “con clara finalidad política”.

Sin embargo, su defensa no termina aquí. También aprovecha la división interna que presentó el Frente Amplio al momento de presentar la solicitud de remoción, argumentando que existe “un claro divisionismo y opiniones divergentes sobre la procedencia de plantear este requerimiento entre sectores políticos afines”.

Añadiendo que: “Más de dos meses después y luego de verse frustrada la formación de una comisión investigadora y proyecto de resolución, se ha presentado esta solicitud de remoción ante esta Excma. Corte, sólo por diez diputados, luego de que no lograron obtener el apoyo transversal de las fuerzas políticas para dichas iniciativas.”

Familia y poder

El caso de Abbott, viene a ejemplificar en los hechos las diversas redes de influencia y de relaciones, tanto políticas, económicas, y familiares, de los sectores mas poderosos del Chile. Que en el caso de Abbott por ejemplo limitan con vínculos familiares, desde el presidente Manuel Montt (1851-61), hasta el mismísimo Alfredo Moreno (primo hermano), ex presidente de la CPC, la principal organización empresarial del país, y ex canciller del primer gobierno de Piñera, asi como alto ejecutivo del grupo Penta.