El director es Carlos Bolado, quien también dirigió la película sobre la que se basa la serie. A partir de este 1 de agosto, se desenvolverá la historia que se contará en 12 capítulos de 30 minutos cada uno, que se transmitirán los miércoles y viernes a las 21:00 horas. Oficiará de presentador el periodista y académico Ricardo Raphael.
Se anuncia “inspirada en hechos reales que tuvieron lugar durante el Movimiento Estudiantil de 1968”.
Los protagonistas serán Ana María, alumna de la Universidad Iberoamericana y Félix, estudiante de la UNAM. Ambos toman parte de las protestas que se dieron antes de los Juegos Olímpicos celebrados en la Ciudad de México en el año 1968. Un reportero, inspirado en Julio Scherer, es otro personaje importante en la trama.
El padre de Ana trabaja para el gobierno y Félix tiene un hermano integrante de la Policía Judicial. La verdad sobre esta configuración de los protagonistas genera dudas: ¿son representativos del activismo que se puso de pie contra la antidemocracia del PRI?
Quienes protagonizan la serie son Christian Vázquez, Cassandra Ciangherotti, Juan Manuel Bernal, Rodrigo Murray, Armando Hernández y Roberto Sosa (su personaje es Gustavo Díaz Ordaz).
La serie es parte de las más de 100 actividades oficiales de conmemoración organizadas por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM con el objetivo de conmemorar los 50 años del Movimiento Estudiantil del 68. Cuesta trabajo imaginar una "reivindicación" de la juventud del 68 que venga de las autoridades que criminalizaron y persiguieron a los estudiantes que protagonizaron la huelga de la UNAM del 99, que luchó por mantener la gratuidad de la educación pública.
Aún más cuando se trata de una reducción tan simple del proceso que encabezaron los estudiantes y la juventud del 68. Acotando la trama a una historia de "amor romántico", digna de cualquier telenovela producida por las grandes cadenas de televisión abierta. Al parecer, las autoridades universitarias buscan un aniversario menos incómodo y maquillado de la realidad que, contrario a lo que quieren difundir, dio pie al proceso estudiantil más importante en la historia del país.
Queda por ver si la juventud y los estudiantes de hoy, se ponen al frente de la reapropiación, no solo de la conmemoración, sino del legado histórico que dejó aquella generación que despertaba a la vida política a nivel internacional y cuyo legado sigue siendo vigente.
