Hace exactamente diez años, la empresa FATE SAICI iniciaba una avanzada judicial contra los delegados del establecimiento iniciando juicios de exclusión de tutela sindical para suspenderlos o despedirlos. El Caso de Victor Ottoboni, se convirtió en el más relevante ya que en diciembre de 2011, el Tribunal de Trabajo nº 1 de San Isidro, ordenaba el desafuero y autorizaba el despido del delegado. Para despedirlo utilizó una interpretación menemista sobre este tipo de procesos, en el que las empresas solo comprobando la “verosimilitud” (bastaba solo la “apariencia” en el pedido) podían obtener sentencias favorables, y además el trabajador no tenía derecho a apelar la misma, sino que debía hacer un nuevo juicio posterior.
Inmediatamente, Ottoboni, junto con los trabajadores de FATE, organismos de DDHH, personalidad políticas, sociales, etc., iniciaron una campaña, no solo para revertir el fallo, sino además para que se reconozca el derecho a los trabajadores, delegados y autoridades sindicales, a apelar en los casos de Tutela Sindical. En agosto de 2015, la Corte Suprema de Nación le dio la razón a Ottoboni, ordenando realizar un nuevo pronunciamiento. Y en Diciembre de 2017, la Suprema Corte de Buenos Aires, debió dejar de lado su criterio de más de 25 años, para sentenciar que en casos de “desafuero” de quienes tienen tutela sindical, ya no basta analizar solo la verosimilitud, sino que debe realizarse con todas las garantías de defensa del trabajador, además que pueden ser apelables dichas sentencias. Un avance importantísimo para todos los trabajadores en la provincia.
Una nueva audiencia no exenta de maniobras
El fallo de la Corte Bonaerense no solo dejó sin efecto la sentencia que ordenaba la exclusión de tutela sindical y autorizaba el despido de Ottoboni, sino que también ordenó al Tribunal de Trabajo nº 1 de San Isidro, que dictara una nueva sentencia de acuerdo al nuevo criterio fijado.
El Tribunal debió convocar a nuevos jueces para dictar este nuevo pronunciamiento. Los sorteados fueron Diego Tula, Gonzalo Nieto Freire y Emilio Romualdi, del Tribunal de Trabajo 1, 2 y 6 de San Isidro. Y se fijó una audiencia para este 9 de agosto, en el que se tomarán las declaraciones testimoniales a los testigos de las partes.
En una maniobra burda y sin fundamento, la empresa FATE SAICI pidió que se deje sin efecto la audiencia, y se pase a dictar sentencia directamente, sin que Ottoboni pueda ejercer su defensa. La maniobra, consiste en tratar de utilizar el veredicto que dictó en su momento el Tribunal de Trabajo nº 1 de San Isidro para fundar la sentencia del año 2011 que despedía a Ottoboni.
Este pedido no solo desobedece lo expresado por la Corte Bonaerense que ordenó el dictado de un nuevo fallo (y veredicto), sino que incluso sería ilegal, por cuanto deja sin derecho de defensa a Ottoboni, y además los jueces no pueden fallar si no estuvieron presentes en las audiencias, como pretende FATE.
Por mayoría 2 a 1, este pedido de la empresa Fate fue rechazado por el tribunal Nº 1.
Hagamos historia: en defensa de la libertas sindical
A pesar de las maniobras de FATE, los trabajadores este jueves tienen una cita histórica en defensa de la libertad sindical. Cuando todos los pronósticos eran negativos sobre el futuro de Victor, la enorme lucha, campaña y solidaridad recibida, y que se desarrolló desde el 2011 revirtió un criterio de más de 25 de la Corte Bonaerense, ampliando el derecho a los delegados y autoridades sindicales para su defensa, y por ende para el conjunto de los trabajadores, demostrando la enorme fuerza de los trabajadores.
Ahora solo resta el dictado de una nueva sentencia, que de una buena vez, ponga limites a la persecución sindical de FATE sobre los trabajadores, y que esta sea ejemplar. |