El pasado fin de semana fue movido para la familia Macri. Es que a medida que pasan los días, incluso las horas, la causa judicial iniciada producto de la buena memoria de Oscar Centeno, retratada en unos cuadernos de los que sólo se conocen unas fotocopias, tomó ribetes inesperados.
El oficialismo intenta hacer uso de la “buena predisposición” a colaborar del empresario Ángelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri, y otros “arrepentidos” para que la causa pese especialmente sobre los ex funcionarios kirchneristas. Con la ayuda del Poder Judicial, por medio del juez Claudio Bonadío, hasta ahora estos empresarios están libres y el oficialismo evalúa que la causa de los cuadernos esencialmente lo beneficia políticamente.
Al día de hoy, de los empresarios “imputados colaboradores”, llamados popularmente los “arrepentidos”, tres están vinculados al Grupo Macri, particularmente a Iecsa, una de las empresas del grupo Socma, holding creado por Franco Macri. Ellos son: Juan Carlos De Goycoechea (Isolux), Javier Sánchez Caballero (Iecsa) y el más sorprendente de todos, y que más debe preocupar al presidente Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra (Iecsa).
Calcaterra fue el máximo responsable de la poderosa constructora desde el 2007, año en el que su tío Franco decidió cedérsela en cómodas cuotas y por un valor irrisorio, hasta el 2017, cuando le vendió todas sus acciones a un amigo del presidente, Marcelo Mindlin. El 2007 fue el año en el que Macri pasó de ser diputado nacional a jefe de Gobierno porteño. Y era conveniente, para el bien de los negocios familiares, sacar el nombre Macri. Así, Calcaterra tuvo la suerte de ser el sobrino elegido como la figura pública del emporio de la construcción.
“Sánchez Caballero pagaba por orden mía”, dijo Calcaterra cuando se presentó a declarar de manera espontanea en Comodoro Py. Dicen que la decisión fue meditada durante el fin de semana, y consensuada con su primo Mauricio. La estrategia: adelantarse a lo que podía decir Sánchez Caballero y testificar que las “coimas” no eran tales. Sino que el dinero entregado al ex funcionario Roberto Baratta era producto de la “extorsión” a la que fueron sometidos y sirvieron para financiar las campañas electorales del Frente para Victoria (FpV) en los años años 2013 y 2015. Nada que ver con las coimas en la obra pública.
Por su parte, De Goycoechea, fue directivo de Isolux, una empresa que formó varias Uniones Transitorias con Iecsa para quedarse con la licitación de varias obras.
Y la perlita que faltaba. Los tres empresarios están siendo representados por el mismo estudio de abogados - Landaburu, Feder, Carrió, Mayer & Rosental- . Que curiosamente es un estudio que también supo representar a Franco y Mauricio Macri.
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Dicen que Calcaterra y Sánchez Caballero, además de ex compañeros de trabajo, son amigos. Pero además tienen otra cosa en común. Estar implicados en otras causas judiciales que sí tienen que ver con la corrupción en la obra pública. ¿Cuáles?
1- Caso Odebrecht: Iecsa y Ghella -también del clan Macri- , fueron socias de la constructora brasileña en el soterramiento del Sarmiento. En esa causa fueron descriptas unas 80 reuniones entre los directivos de Iecsa (entre 2018 y 2012) y ex funcionarios kircheristas, hoy presos, como Ricardo Jaime y José López, el hombre de los bolsos. Pero además, pudo comprobarse al menos unos 30 pagos que hizo Iecsa a una empresa, cuyo dueño era Manuel Vázquez, mano derecha de Jaime y que también está preso. Sánchez Caballero fue señalado como “el contacto directo” entre la empresa de Calcaterra y Odebrecht, encargado de negociar el pago de unos $ 20 millones de la empresa brasileña a Iecsa con el fin de que el primo de Macri garantice la adjudicación.
2-Causa Lázaro Báez: Calcaterra y el empresario kirchnerista (detenido desde hace más de dos años) eran socios y compartieron varios contratos de la obra pública en la provincia de Santa Cruz y otras partes del país. En varias de esas licitaciones se sospecha que hubo coimas, y sobreprecios. Además Iecsa figuraba en un listado de clientes de la financiera “La Rosadita”, vinculada a Báez.
Los negocios del clan Macri con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner fueron de un volumen tan grande que en el 2015 el ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido (también hoy preso) difundió un comunicado con el ranking de las empresas que mayor cantidad de licitaciones habían conseguido durante esos años. Iecsa ocupaba el tercer puesto.
Calcaterra es Macri
Aunque el Gobierno nacional lo quiera negar, Calcaterra es Macri. Es un digno exponente de uno de los grupos empresarios más grandes, que amasó su fortuna durante la última dictadura cívico-militar y que creó ni más ni menos que la famosa “patria contratista”. Un modo de hacer negocios mediante el que empresarios constructores, pero también funcionarios corruptos, embolsan millones a gran escala, a costa de la obra pública. | 
