Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, realizó una lamentable exposición para justificar su voto contra la legalización del aborto. Según él, “no era oportuno, conveniente, o necesario avanzar en este proyecto”.
Para el senador, el debate “correcto” sería por el debate por el “aborto causado”. En este marco, dijo que “la violación está clara en su formulación, aunque habría que ver algunos casos en los que la violación no tiene un componente de violencia sobre la mujer”.
“En los casos de abuso intrafamiliar no hay violencia, pero no se puede hablar de consentimiento. No es la violación clásica”, concluyó Urtubey. Su misoginia y desprecio por la vida de las mujeres no tiene límites.
Vale aclarar además que el aborto no punible –en casos de violación, riesgo de vida o capacidades diferentes– es legal en Argentina desde 1921 y fue ratificado por la Corte Suprema en 2012, aunque en la mayoría de las provoncias hay obstáculos para su realización.
Salta adhirió al Protocolo nacional de aborto no punible tan tardíamente como mayo de este año. Sin embargo, se ha opuesto sistemáticamente a este derecho. Esto se vio con el terrible caso de la niña wichi que fue violada en 2016 por nueve hombres y a quien se le negó la posibilidad de interrumpir el embarazo.
El senador planteó, por último, la necesidad de una mayor educación sexual. “Nadie en su sano juicio puede plantear una postura reaccionaria en esta materia, porque una cosa lleva a la otra”, señaló. Puro cinismo. Hasta hace poco, la educación religiosa era obligatoria en todos los colegios de su provincia.
Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir es la consigna que millones de mujeres están levantando, y a la cual un puñado de legisladores hacen oídos sordos.
Las muertes por abortos clandestinos constituyen un verdadero femicidio estatal. Sólo la movilización en las calles pueden enfrentar los argumentos reaccionarios como los que expresa Urtubey y lograr #QueSeaLey. |