Este jueves 9, en uno de los foros promovidos por Andrés Manuel López Obrador, Silvia Ortiz Solís, fundadora del colectivo de víctimas de violencia Grupo Vida, rechazó la propuesta del presidente electo de “Olvido no, perdón si”, ya que consideran que esta no es una manera de hacer justicia a las víctimas. Esta es una situación muy parecida al foro anterior en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde los afectados no aceptaron otorgar el perdón a sus agresores.
Las victimas respondieron ante dicha propuesta: “Sin justicia no hay perdón” y “ni perdón ni olvido”, mientras que Alfonso Durazo, en representación de AMLO replicó de nuevo “Olvido no, perdón sí”, una respuesta poco acertada para un país consumido por los terribles crímenes y por la impunidad. Donde las autoridades han montado casos falsos, ya sea simulando investigar desapariciones y asesinatos o de plano criminalizando a las víctimas.
Silvia Ortiz declaró que: “No podemos entendernos si se pretende que perdonemos; lo más sagrado que Dios nos dio es la vida única e irrepetible, el quitarles la vida de esa manera atroz es inconcebible e imperdonable, por eso defendemos ‘ni perdón ni olvido’, pues son años y años de que nos han tenido el pie en la cabeza”.
Por otro lado Alfonzo Durazo, futuro Secretario de Seguridad Pública, se comprometió a hacer lo posible para resarcir el daño causado a las familias de más de 38 mil desaparecidos, mientras que era interpelado por algunos inconformes que gritaban “Ni perdón ni olvido”.
La sombra de “la guerra contra el narcotráfico” y el caso Ayotzinapa
Una pregunta surge de todos estos hechos, ¿qué implicaciones tiene el perdón que AMLO está pidiendo de parte de las víctimas? Tiene bastantes, ya que en primer lugar se encuentra solicitando un perdón sin anteponer la justicia. Ya que al parecer se encuentra más preocupado tratando de acordar una transición pacífica del poder con su discurso de “reconciliación”, que atendiendo el saldo de la “guerra contra el narcotráfico” declarada por Felipe Calderón (y continuada por el actual presidente) hace ya dos sexenios, la cual dejó un saldo de 200 mil asesinados y 30 mil desaparecidos.
Por ejemplo, en el marco de esa “guerra” se dio como resultado uno de los crímenes más atroces y más escandalosos que ha tenido el Estado mexicano, el caso Ayotzinapa, que se dio durante el sexenio del saliente Enrique Peña Nieto. Entonces, ¿qué va a hacer López Obrador con Peña Nieto y sus funcionarios responsables, en primer lugar Murillo Karam por montar la "verdad histórica" para ocultar la verdad de aquel suceso?
La respuesta ya está dada desde hace mucho tiempo, en febrero de este año, cuando López Obrador era aún candidato, ofreció perdonar al actual presidente, donde dijo que: “No iba a enjuiciarlo” porque él no cree en la venganza. Sin embargo llevar a juicio a gobernantes por haber cometido crímenes o por permitirlos no es un acto de venganza, porque no es una cuestión de moral sino de esclarecer su responsabilidad y encauzar la justicia.
Enjuiciar a los culpables de crímenes atroces es una manera de demostrar que no se está dispuesto a tolerar esos actos, dejarlos pasar da el mensaje contrario. Lamentablemente por ahí va el asunto de la amnistía, pidiendo el perdón de las victimas para dar el carpetazo a las investigaciones que supuestamente están llevando a cabo. De ahí la validez de las palabras de Silvia Ortíz:
Las autoridades, abundó, sólo archivan los casos y no investigan; sólo les sacan muestras de sangre y no las procesan; sólo encuentran restos, pero no hacen nada para identificarlos y regresarlos a las familias.
Alfonso Durazo intentó enmendarse “Proponemos el perdón con el objetivo de rescatar la tranquilidad interior. Algunos de esos perdones podrían tener consecuencias jurídicas,(como desestimientos) pero nunca para crímenes violentos y violaciones a los derechos humanos”.
La política de amnistía va en contra del sentir de las víctimas, quienes llevan años buscando la justicia que sistemáticamente les es postergada por ello reciben (y seguramente recibirán más en los próximos foros) criticas como esta:
“Ya basta de atole con el dedo, de creer que nos callarán con aportaciones; de la burla con la simulación. Ustedes hablan de un plan de paz, ¿cómo lo van a obtener? Si estamos dañados por la inacción de años de un hartazgo, y lo único que han logrado es acrecentar en cada corazón el dolor y la ira por las sillas vacías”.
|