Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reunió este miércoles 15 de agosto con 191 rectores miembros de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) donde se discutió un plan para mejorar la educación y su ampliación, para así no tener una educación “excluyente”.
Además AMLO dijo que el presupuesto que se le da a las universidades se mantendría así como todos los acuerdos y el decálogo se firmara para el 1 de diciembre, incluso el rector de la UAM dijo que le daba tranquilidad la reunión.
Obrador agregó que entregaría 3 mil becas de 2400 pesos mensuales para estudiantes, universitarios pero ¿esto realmente responde a las necesidades educativas de la juventud?
Por otro, lado mencionó que hay que poner mucha más atención a la educación media superior, pues es la que mayor índice de deserción escolar tiene, y hay que atender a los adolescentes.
La realidad en México para aquellos que queremos estudiar en la universidad no es muy alentadora. Sumado a la alta exclusión de la educación superior, nos encontramos con que, más allá de la gratuidad hay gastos en transportes, comidas, copias, entre otros, que muchas de las veces obligan a la juventud a trabajar y estudiar.
Pero claramente el sistema educativo no está diseñado para que esto suceda, y básicamente si no puedes dedicarte de tiempo completo a la educación, es muy poco probable poder concluir estudios.
El panorama que da AMLO es a la vista de muchos bastante alentador, pero la negativa de los rectores ha dejado en claro que no se plantea ampliar las matrículas o construir más universidades, sin lo cual es imposible resolver el problema de la exclusión.
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Obrador plantea que para mejorar la educación es necesaria la lucha contra la corrupción, pero eso ¿será suficiente, para cubrir educación y salud? ¿No podríamos pensar en otras medidas para incrementar el presupuesto educativo?
Aunque se combatiera toda la corrupción, las cuentas no cuadran, pues pretende destinar presupuesto a educación, salud, energéticos, megaproyectos como el tren maya, entre otros rubros.
Para que el presupuesto se garantice, creemos que en primer lugar, no basta con reducir a la mitad los sueldos de funcionarios, deberían ganar lo mismo que una maestra, para que dejen de tomar la política como un negocio; en segundo lugar, plantear impuestos progresivos a las grandes fortunas como las de Slim, y por último dejar de pagar la deuda externa que ha dejado ahogado a este país, pese a que se ha pagado ya más de tres veces.
Aunque el programa de becas que propone AMLO parece positivo, la realidad es que con la carestía de la vida la beca no cubre las necesidades básicas para que ningún joven deje de estudiar.
Por pensar en algunas cifras el 22% no estudia ni trabaja, el 66% de los jóvenes en sus trabajos no les dan seguridad social y más del 50.6% trabajan más de 8 hrs quitándole las oportunidades de estudiar. Esto deja en claro que las oportunidades educativas y laborales para la mayoría de los jóvenes son muy reducidas.
Las becas deberían de cubrir la educación, alimentos, pasajes, etc. Sumado a esto, desde las universidades, debería de haber comedores subsidiados.
Deberíamos tener universidades que realmente respondan a los intereses de las grandes mayorías y no que responda a los intereses del FMI, de la OCDE y de los empresarios.
Es importante organizarse junto a los maestros y trabajadores, para poder luchar por una mejor educación. Sabemos que no es suficiente con lo ahora planteado por el gobierno entrante, más allá de que genera altas expectativas. Pero solo organizados podremos hacer que la educación pública y gratuita y el acceso irrestricto en todos sus niveles sea una realidad en este país.
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