Según información exclusiva a la que pudo acceder La Izquierda Diario, entre febrero de 2004 y abril del 2014 Iecsa obtuvo 23 licitaciones para la construcción y refacción de rutas nacionales otorgadas por Vialidad Nacional por un total de $ 10.669.847.406.
Iecsa fue propiedad de Franco Macri y sus hijos, entre ellos el actual presidente Mauricio Macri, hasta el 2007, año en que luego por un valor irrisorio, fue vendida a Ángelo Calcaterra, sobrino de Franco y primo de Mauricio, que la mantuvo en su poder hasta el 2017.
Como ya informamos en este diario, Iecsa es una de las empresas que según Carlos Wagner, ex titular de la Cámara de la Construcción, formaba parte del “club de la obra pública” que arreglaba con exfuncionarios kirchneristas la adjudicación de las obras. Según dichas declaraciones, este mecanismo comenzó a funcionar en el 2004, cuando todavía la empresa era de Franco Macri y sus hijos. Como demuestra nuestra investigación el cambio de manos, que ocurre en 2007, no le significó ninguna pérdida para el grupo familiar.
Las obras, que fueron realizadas en distintas provincias del país como Santiago del Estero, Corrientes, Misiones, Córdoba y provincia de Buenos Aires, tuvieron un monto total inicial de $ 2.872.536.080. Sin embargo, gracias a distintas actualizaciones el Estado terminó desembolsando más del triple: $ 10.669.847.406.
Este dato es apenas una parte de los grandes negociados que hizo el grupo Macri durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner (2003 -2015). En 2004, Franco Macri se convirtió en el nexo comercial entre los gobiernos de Argentina y China, lo que le reportó millonarias ganancias en dólares. En el año 2010, se dieron a conocer una serie de mails secuestrados de la computadora del testaferro y asesor de Ricardo Jaime, Manuel Vázquez, a quien todos señalaban como “su recaudador”. Entre esos mails figura que la empresa china CITIC, vinculada a Franco Macri, cobró sobreprecios de un 160 % por la venta de vagones chinos para el subte.
En el 2006 una sociedad formada entre el grupo Macri, Roggio (otra de las empresas mencionadas en los cuadernos de Centeno), una empresa china y los gremios La Fraternidad y de camioneros se hizo cargo del ferrocarril Belgrano Cargas. El decreto, emitido por Néstor Kirchner, establecía, además, la entrega de subsidios no reintegrables de parte del Estado. La importancia de esta red es enorme, ya que abarca casi 7400 kilómetros de territorio donde se generan más del 70% de las exportaciones del país.
Además, Iecsa (junto a otras empresas del holding familiar Socma ) fueran destinatarias de otras licitaciones de obras hidráulicas, represas (como Yaciretá) planes de vivienda (como el Plan Federal de Viviendas), reparación de hospitales y hasta la restauración de la Basílica de Luján.
Desde La Izquierda Diario venimos insistiendo en sacar a la luz los inocultables vínculos y negociados entre el grupo Macri y el kirchnerismo. Sin embargo, tanto el juez Claudio Bonadio, como el fiscal Carlos Stornelli, parecieran no tomar cuenta de esto, ya que por ejemplo Calcaterra no ha sido llamado a declarar nuevamente después del testimonio de Wagner, ni tampoco Franco Macri y sus hijos.
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Pero las irregularidades de esta causa judicial no son sólo estas. No se respetó el método de sortear la causa y el hecho de que Stornelli y Bonadio obtengan “las confesiones” una vez los empresarios detenidos y que luego estos se conviertan en “imputados colaboradores” son sólo algunas muestras. "La sortija es para pocos", dicen que había dicho el fiscal, haciendo alusión a la recompensa (que es la libertad) que obtienen aquellos que “confiesan” algo.
Estos indicios, por nombrar sólo algunos, revelan las enormes contradicciones que tiene la famosa “causa de los cuadernos” y que no por casualidad es llevada adelante por dos miembros del Poder Judicial de estrecha cercanía al oficialismo. | 
