Este 2018 fue el primer año en que la Universidad de Tarapacá se movilizó por reivindicaciones del movimiento feminista. Sin embargo ya ha pasado aproximadamente un mes desde que se depuso la movilización. ¿Cuáles son los desafíos actuales del movimiento estudiantil y de mujeres en la UTA?

Poco más de un mes ha pasado desde que la Facultad de Educación y Humanidades, la última en pie, depusiera la movilización. Fueron aproximadamente dos meses en que las facultades movilizadas discutieron arduamente cómo acabar con el acoso sexual, laboral y el machismo dentro de la institución, tiempo en el que enfrentaron contradicciones, y el autoritarismo intransigente de las autoridades universitarias que acabaron lavándose la cara.

Hace más de dos semanas se aprobó el protocolo de actuación ante conductas de acoso sexual, laboral y discriminación arbitraria, el cual no fue presentado ni discutido previamente por los tres estamentos como se exigía en los petitorios de los y las estudiantes. Ahora, con las actividades académicas reanudadas y el repliegue del movimiento, los desafíos del movimiento estudiantil y de mujeres se han reconfigurado.

Un avance en la ofensividad del autoritarismo y el gobierno de la derecha.

Es innegable que el gobierno de Sebastián Piñera jugó sus mejores cartas, logrando anteponerse a la ofensiva del movimiento de mujeres con una presión del ejecutivo para la creación de protocolos contra el acoso en las universidades. Esto, sumado a la falsa dicotomía creada por las direcciones de la CONFECh sobre el movimiento estudiantil y de mujeres, desorientó al movimiento, terminando por desarticularlo y diluir su fuerza.

La ofensividad de la derecha es alarmante. Ahora busca anteponerse a la nueva demanda que comienza a rearticular al movimiento de mujeres; el aborto legal, libre, seguro y gratuito, entendido como un problema de salud pública. Para esto impulsó la “Ley Mortinato”, apelando al sentimentalismo del sentido común bajo un discurso moralista cargado de hipocresía, hablando de “humanidad y sensibilidad”. Proyecto que ya había intentado impulsar el conservadurismo en Argentina, viéndose ahogado por la marea verde.

Sin embargo, sus mejores ataques los está utilizando contra el movimiento estudiantil y la juventud trabajadora. Partiendo con la fundación del Consejo Nacional de Inteligencia (Sí, CNI, como en la dictadura) con la intención de “anticiparse y prevenir el terrorismo y la delincuencia”. Además de la “Ley Anti-Tomas” que busca acabar con la organización de las y los estudiantes secundarios, agilizando el desalojo con la policía ya fortalecida con la creación de la CNI. Una jugada estratégica para anular al más grande opositor de Piñera en el pasado; el movimiento estudiantil.

Finalmente nos encontramos con el Estatuto Laboral Juvenil, un proyecto retomado por el gobierno que busca legalizar la precarización laboral de la juventud que estudia y trabaja. Estatuto que acabaría con el fuero maternal, pre- y post-natal, fuero sindical, remuneración por años de servicio, entre otros derechos básicos conquistados por las y los trabajadores. Ante esto estudiantes independientes de la Universidad de Tarapacá de Arica crearon el siguiente video informativo:

Diferentes ataques, un mismo enemigo ¡Enfrentemos al gobierno!

Esta ofensividad de los sectores conservadores también se expresa en el escenario local. Las intenciones de las autoridades de la Universidad de Tarapacá por “remodelar” el espacio donde confluyen los centros de estudiantes de la Facultad de Educación y Humanidades es un claro intento por anular la organización de una de las facultades que históricamente ha enfrentado el autoritarismo.

Se trata de distintas pruebas de fuerza de parte del gobierno de la derecha y los empresarios, que buscan conocer la respuesta que darán los movimientos sociales a estos ataques. Es hora de romper con la dicotomía que crearon las direcciones del Frente Amplio dentro de la CONFECh entre el movimiento de mujeres y el movimiento estudiantil. ¡Seamos una sola fuerza en las calles, enfrentando al gobierno, la iglesia y los empresarios!

Debemos entender esta ofensiva no como ataques contra diferentes movimientos sociales, sino como ataques de parte de los empresarios hacia las y los estudiantes y mujeres de la clase trabajadora. Las y los estudiantes que trabajan son aquellos cuyos padres no pueden costear su educación con los miserables salarios que entregan los empresarios. Las mujeres que mueren por abortos clandestinos son aquellas que no pueden pagar un aborto seguro. En este círculo solo se terminan beneficiando los empresarios.

No hay un feminismo, sino muchos. El feminismo eficaz tiene que luchar contra la homofobia, la explotación de clase, raza y género, el capitalismo y el imperialismo. -Angela Davis

El movimiento feminista que sacudió a Chile y a la Universidad de Tarapacá este año debe rearticularse para salir con más fuerza, en unidad con las y los trabajadores y estudiantes. La violencia patriarcal no se termina en las cuatro paredes de la universidad, se expresa también en la precarización a las mujeres trabajadoras.
¡Este jueves 23 marchemos en rechazo al Estatuto Laboral Juvenil y los recortes a la medida de los empresarios que busca imponernos el gobierno de la derecha!