Llevan 85 días de toma y ayer ya se oficializó el inminente cierre de la Universidad Iberoamericana, mientras decenas de funcionarios/as y sus familias han quedado sin sustento laboral y con sueldos impagos, y mientras más de mil estudiantes quedaron sin saber qué ocurrirá con sus carreras incompletas; muchos de ellos endeudados por años para poder estudiar.
Las Federaciones estudiantiles, así como la CONFECh, deben tomar fuertemente la lucha de la Iberoamericana, que no es más que una expresión de la crisis de la educación de mercado. De ahí que la salida que tenemos que exigir para cada universidad que quiebre, es la estatización inmediata, bajo control de sus tres estamentos.
Y junto a ello, plantearnos en rechazo total al actuar de las Fuerzas Especiales de Carabineros, que son el brazo armado del gobierno de Piñera que busca acallar nuestras demandas, y que sigue actuando con total impunidad.
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