Durante la jornada del jueves 23, el Concejo Deliberante de Esteban Echeverría puso a votación el “rechazo” a los proyectos de ley que atacan directamente a los profesores y profesoras de Educación Física, el proyecto E 224/18-19 y el de Equipos de Orientación Escolar (E.O.E.). El primero apunta a hacer del profesorado de Educación Física una profesión colegiada, modificando el sistema de contratación, atacando la estabilidad laboral y profundizando el ajuste en la educación que había comenzado recortando los equipos de orientación y que ahora avanza en esta rama. El segundo directamente busca un achicamiento de personal, recargando aún más de trabajo a trabajadoras y trabajadores.
En cuanto a los resultados de las votaciones, en el caso de los E.O.E. el rechazo fue por unanimidad. Distinta fue la situación en educación física: el bloque oficialista del PJ, Unidad y renovación, junto con los dos concejales del Frente Renovador manifestaron su “repudio”; el bloque de Cambiemos, en cambio, no votó el rechazo a esta reforma con la excepción de la concejala Paula Villa, quien esta vez no quiso quedar en la misma vereda que sus compañeros de bloque, aunque difícilmente pueda despegarse de la responsabilidad que tiene su espacio político de las políticas que se llevan a cabo a nivel nacional y provincial, con complicidades del resto de los partidos tradicionales. Sin ir más lejos, cabe recordar que no hace mucho tiempo realizó declaraciones a medios zonales defendiendo los tarifazos y alegando que “son medidas que se tornan necesarias porque el servicio que recibíamos era nefasto. No había inversión, la población de Echeverría aumentó y el cableado sigue siendo el mismo desde que nací, hace 38 años”. Por este tipo de medidas hoy están sufriendo todos los habitantes del distrito.
Los sindicatos no apuestan a la organización de los trabajadores
A la salida de la sesión, referentes locales de CTA, Suteba y FEB realizaron un pequeño acto en el cual informaron de lo sucedido dentro del recinto. Mientras no convocan a una verdadera jornada nacional exigiendo a las centrales sindicales que llamen a un paro general -con un verdadero plan de lucha para derrotar el ajuste-, llamaron a confiar en los mismos que votaron leyes que fueron en contra del pueblo trabajador (como el presupuesto de la provincia y la reforma previsional, la ley de ART y los tarifazos, entre otras). Recién esta semana, tras el rechazo a la última propuesta salarial, Suteba decidió acatar los mandatos de escuela que se votaron antes del receso invernal y convocar a un paro por 72 horas para los días 28, 29 y 30 de agosto.
Aunque el secretario general de Suteba Dante Boeri manifestó que “no alcanza solo con el paro y hay que salir a las calles”, y que “hay que arrastrar a los docentes a que se sumen”, son estas mismas conducciones las que proponen convocatorias solo vía WhatsApp separando reclamos. Eso hicieron en la reunión previa, convocada para informar a los docentes de esta misma rama el pasado 8A, mientras en el Senado se votaba contra la ley por el derecho al aborto legal.
Te puede interesar: Docentes: la Celeste de Suteba no quiere que seamos millones el #8A
La “presión” tiene que organizarse desde abajo
Desde La Marrón insistimos en que las verdaderas presiones para que la crisis no la paguemos los trabajadores y trabajadoras tiene que salir necesariamente de la organización en los lugares de trabajo y estudio, llamando a la comunidad a que forme parte; debemos impulsar asambleas por escuelas donde se discutan no solo las problemáticas de los profesores de educación física y los E.O.E. sino también aquellas cuestiones relacionadas a la situación edilicia de las escuelas, donde se puedan levantar Comités de seguridad e higiene, Comités de género (teniendo en cuenta la fuerza del movimiento de las mujeres, por ejemplo), entre otros; donde se exija la apertura de los libros contables controlados por toda la comunidad; donde además se discuta y se vote un verdadero plan de lucha, poniendo sobre la mesa temas como las consecuencias estructurales que tiene el pago de la deuda externa y como podría destinarse esa plata a la educación pública. Y ¿porqué no? pensar en un futuro no muy lejano que esas instancias sirvan para discutir cuestiones pedagógicas en relación a los procesos de enseñanza-aprendizaje. |