Como trabajadora de la salud, ¿Por qué participaste del 13J y el 8A?
Básicamente porque veo todos los días a las mujeres que ingresan al hospital con infecciones producto de abortos mal realizados, hay un índice enorme de mujeres que ingresan así al hospital. También porque tengo la visión de decir, bueno acá en el conurbano quizás las mujeres llegan al hospital por lo menos, pueden ser atendidas, realizar tratamiento con antibióticos y quizás salvan su vida, pero alejado de eso, en las provincias, en lugares mucho más alejados que no tienen acceso a ir a un hospital la mujer se muere. Me parece que la salud pública tiene que ser holística para todas, con la misma oportunidad para todas. Básicamente fui por eso, los índices de aborto son enormes y lo vemos día a día. Yo también trabajé en el sector privado, y ahí se ve bien la diferencia de oportunidades que hay, entonces me parece que es muy importante como trabajadora de la salud estar ahí.
¿Cuál es la diferencia que marcas entre el sector privado y el público?
Es muy diferente, ya lo decía Favaloro súper claro que las pobres se mueren y las ricas a la noche se van de alta y salen. Es mucha la diferencia, porque un medico en el sector privado, la mujer va le dice que quiere realizarse un aborto y lo dibujan de tal manera que quede todo tapado, se lo hacen tienen la asistencia que necesitan y salen. Por eso me parece que es una diferencia de oportunidades, es una diferencia de clase, porque después tenés mujeres de Merlo o de lugares más alejados que se terminan muriendo. Y por otro lado, en el sector privado prima más la mujer que va y manifiesta que quiere realizarse un aborto, mientras que en el público llegan más las mujeres que necesitan asistencia, al hospital llegan ya con las consecuencias de abortos mal practicados.
En relación a las mujeres que llegan al hospital público, ¿cómo es la respuesta del sistema de salud?
Viéndolo desde la salud pública, esto que contraponían en el debate en relación a sí iba a haber presupuesto para las prácticas de abortos, lo que se gasta en antibióticos, legrados a partir de prácticas clandestinas y que llegan con infecciones, es enorme. Los recursos que se terminan usando son un montón. O sea, no queremos que una mujer llegue a un aborto, pero en caso de que elija eso lo importante es que pueda acceder a un aborto seguro.
Desde tu lugar como trabajadora de la salud, ¿Cómo se vive la clandestinidad del aborto en los hospitales?
Con mucha burocracia, mucha predominancia del modelo médico hegemónico, son invisibles esas mujeres. Lo veo porque hay habitaciones que son de ginecología e ingresan este tipo de patologías, si hablamos en esos términos. Son invisibles, están dos o tres días internadas, reciben la medicación y se vuelven a sus casas, no cuentan con ayuda psicológica por ejemplo, es todo muy técnico, muy estructurado, se coloca la vía se pasan los antibióticos intravenosos y ya está. La mujer vuelve a su casa, en caso de que no hayan complicaciones y llegue la muerte, y vuelve a su casa así. Cuando sabemos que someterse a un aborto y pasar por un hospital con la violencia institucional que significa porque tiene que mentir sobre lo que le pasó, puede llevar a consecuencias psicológicas y físicas.
Si fuese legal, ¿cómo crees que sería?
Quizás así planteada la pregunta se reduce mucho a la práctica. En principio yo creo que la maternidad tiene que ser deseada y planificada, entonces por eso es muy importante la educación sexual para no tener que llegar a eso. Pero bueno, creo que se reducirían las infecciones y complicaciones, básicamente eso.
En relación al 8A, ¿qué pensás sobre la votación negativa del Senado?
Atroz. No pueden ser menos representativos, no representan a nadie, son una vergüenza. A parte con los discursos que dieron para justificar su voto negativo son repudiables, una que dijo que no leyó el proyecto pero igual votaba negativos, levántate y andate, listo. Es repudiable, a parte un montón de ellos son hombres y que decidan por nosotras, no tienen idea de lo que es pasar por una situación así. Y te digo de nuevo, los argumentos eran totalmente repudiables, nos compararon con perritos con animales, terrible. Y después Michetti festejando con el “vamos todavía”, o las declaraciones de Vidal diciendo que si se votaba en contra ella se iba a sentir mucho mejor, pero esto es un tema que va más allá de sus visiones particulares y a las pruebas nos remitimos, las mujeres se siguen muriendo, y yo creo que los responsables son ellos. Y también los que muchos años se negaron siquiera a abrir el debate y hoy por hoy Cristina da ese discurso con argumentos diciendo “me doy cuenta que me equivoqué, que no lo vi”, y mentira, porque sí que lo vio. Pero bueno, por eso es muy importante la separación del estado con la iglesia, porque son una influencia muy grande en el sector político, el lobby que hicieron, todo, y socialmente me parece que destruye lo que nosotros queremos, tener una conciencia más humanitaria y ellos destruyen todo eso.
En relación a la influencia de la iglesia que decías, ¿qué pensás en relación al financiamiento del estado a la iglesia?
Que está muy mal, que el estado no tiene por qué financiar a la iglesia. Las creencias individuales de cada uno son súper respetables, pero págatelo vos o pagale con el diezmo, o no sé. Yo quiero vivir en un país laico, sin ningún tipo de enfoque o de bajada de línea de ninguna religión, de ninguna igual, no tengo problema con las personas que creen porque cada uno puede creer en lo que quiera, pero bueno, que se financie de otra forma.
En pelea por el aborto de estos meses las jóvenes secundarias tuvieron mucho protagonismo, ¿cómo impacto está marea verde en las trabajadoras de la salud?
El impacto fue desde el vamos el cuestionamiento, se abrió el debate, podes estar en un office de enfermería debatiendo estos temas, y poder transmitirlo también. Yo trabajo con mujeres puérperas, o sea que la vida está presente todo el tiempo ahí, y te puedo asegurar que yo no veo madres felices, si me pongo a hacer una estadística yo creo que el 3% es de mamás felices con su bebé, y eso yo creo que se lleva después al crecimiento de ese niño, con todas las consecuencias que eso trae. Entonces plantear este debate entre nosotros, que somos los que en algún sentido transmitimos un mensaje cuando atendemos, entonces poder abrir este debate está bueno porque nos permite pensar bueno, ¿Qué estamos haciendo bien y que mal? ¿nos damos cuenta de estas cosas?, o ¿cómo trabajamos con lo que vemos todos los días en nuestro trabajo?, porque es difícil y me parece que es más profundo, porque sólo por el hecho de ser gestante no es que decidís ser madre, por eso creo que parte de la educación sexual y de poder separar a la religión también. Son estereotipos y mandatos muy grandes, que por el hecho de ser mujer tenés que ser madre, y hacen que por ahí las decisiones surjan de esto, por ejemplo decidís continuar con tu embarazo pero con mandatos muy marcados que en definitiva repercuten y tienen consecuencias.
Y después que decir de las jóvenes que salieron a las calles y todo el movimiento que se generó por el aborto, es súper esperanzador. Aunque también, quizás ese día veías a chicas aplaudiendo a senadores del FPV que anteriormente se habían opuesto o que nunca posibilitaron que en 12 años se debatiera, y bueno ahí también es la información, y la organización también. Pero bueno, más allá de eso ver a una nena de 8 años que esta hablando de sus derechos es increíble, ojalá hubiese existido este tipo de movimientos cuando yo tenía 13, 14 años, porque estamos hablando de nuestros derechos.
¿Querés agregar algo más?
Creo que el aborto legal es un tema de salud pública, es muy importante, y como defendemos la salud públicas no podemos mirar para otro lado como agentes de salud digo. Me parece que no hay que mirar para otro lado y organizarse. |