Este lunes a la tarde se realizó la última reunión paritaria entre los gremios docentes universitarios y el Ministerio de Educación nacional, encabezado por el ministro Alejandro Finocchiaro. Tras cuatro semanas de paro universitario, al finalizar la reunión comenzaron a circular diferentes respuestas ante la repetida propuesta salarial.
La propuesta oficial contempla un aumento del 15 %, el mismo número ofrecido desde mayo, ya rechazado por los gremios repetidas veces, muy por debajo de la inflación acumulada y la esperada de acá al próximo año.
En la conferencia de prensa brindada por Antonio Rosello, de la Conadu histórica, se explicaba que la propuesta final fue del 5 % en mayo, 5,8 % en agosto y 4,2 % en septiembre. Muy lejos del 30 % reclamado. Ante ello ratificó la marcha educativa del jueves 30 con concentración en el Congreso a las 17 horas y en las plazas de todo el país.
Se espera una multitudinaria concurrencia ya que este conflicto se ha extendido en todo el país. En muchas facultades se están proponiendo desde abajo asambleas estudiantiles junto con los docentes para impulsar acciones conjuntas, como tomas de facultades y cortes de calles.
Diferente fue la actitud de la Conadu, conducida por el kirchnerismo, que el viernes de la semana pasada, para la sorpresa de muchos, levantó el paro. Esta insólita decisión se vuelve menos entendible tras la propuesta del gobierno en la reciente mesa de negociación.
Sin embargo, el premio mayor a la respuesta irrisoria ante esta nueva tomada de pelo a la docencia universitaria se lo llevó la Fedun (Federación de Docentes de las Universidades, integrante de la CGT). En su comunicado oficial, el gremio consideró que con esta repetida propuesta “lograba romper el techo salarial”, desconociendo así cuál era la demanda de recomposición salarial, y también la inflación estimada.
Las mentiras de Finocchiaro
Una nota alusiva publicada en Ámbito Financiero expone los dichos de Finocchiaro luego de la reunión, quien negó que exista un ajuste en el presupuesto para la educación y/o las universidades públicas en particular producto del acuerdo con el FMI. Sin embargo, al mismo tiempo declaró que “los maestros tienen que entender el marco de restricciones en el que estamos negociando”.
Para todos los actores de este conflicto es más que evidente que el nuevo ajuste que se plantea se remite al marco de la discusión presupuestaria, no solo salarial. Hace años que asistimos a una desinversión educativa, y desde 2011 los salarios de la docencia universitaria vienen a la baja. Precisamente entre ese año y la actualidad cayeron un 25 % en su poder de compra.
A su vez, el presupuesto universitario, con la devaluación, perdió alrededor de un 35 % desde el año pasado. No obstante, luego del acuerdo firmado para otorgar el préstamo solicitado por el gobierno nacional, es el FMI el organismo que marca la reducción presupuestaria que golpea sobre el conjunto del pueblo trabajador y, en este sentido, sobre la educación pública, incluidas las universidades.
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Son ellos o nosotros
El Gobierno, con la complicidad del PJ y los gremios entreguistas, no dudará en aplicar cada receta de ajuste que le proponga el FMI. Por ello, es necesario torcer este plan en las calles y evitar un nuevo saqueo a nuestra educación pública.
Sabemos que la plata está, porque las grandes empresas se fugaron más de U$S 20 mil millones de dólares al exterior, lo que equivale a seis veces el total del presupuesto de las 57 de universidades nacionales.
Porque, además, el Congreso votó pagar U$S 78 mil millones en intereses a la deuda externa, lo cual representa 23 veces el presupuesto universitario. Y porque el Estado, en materia de subsidios destinados a sueldos de obispos y auxiliares de la Iglesia católica, viene destinando $ 130 millones anuales.
Los recortes presupuestarios del Gobierno a la educación pública tienen la intención de destinar ese dinero a seguir engrosando el pago de la deuda externa y la fuga de capitales, y a seguir manteniendo instituciones retrógradas como la iglesia católica.
Por todo ello, para derrotar los planes del Gobierno que llevan al desguace de la educación pública, la Agrupación Docentes e investigadores de Izquierda propone marchar de conjunto, todos los docentes junto a los estudiantes, desde Congreso hasta Plaza de Mayo este jueves 30, en la marcha educativa nacional.
Bajo las consignas “no al pago de la deuda externa”, “separación de la Iglesia del Estado” y “plata para educación, no para el FMI y la Iglesia”, convocamos a golpear juntos, con un solo puño, para defender nuestra educación pública.
Asimismo, llamamos a seguir organizándonos por abajo, en asambleas interclaustros para decidir de conjunto acciones y un plan de lucha para ganar esta pelea.
Mirá la declaración de la Agrupación de Docentes e Investigadores de Izquierda en La Marrón Fortalecer el paro con acciones de movilización para frenar el recorte del gobierno y el FMI a la educación |