PDVSA apeló el viernes 24 de agosto ante una corte de EE.UU. la decisión que autoriza el embargo de las acciones de PDV Holding, la compañía matriz de Citgo en suelo estadounidense, a favor de la canadiense Crystallex, que reclama al país 1.400 millones de dólares.
Cristallex busca apoderarse de los activos de Citgo como “indemnización” por la nacionalización de sus operaciones de oro en el país en el 2008, tras una disputa que ya alcanza una década, allí están incluidos sus supuestos “derechos” sobre la mina de oro Las Cristinas (en el estadio Bolívar). La empresa reclama Citgo por ser una propiedad del Estado venezolano, tratándose de una clara represalia de una transnacional imperialista por haber sido sacada del país. Luego de demandar a Venezuela, gana la misma y quiere cobrarse con ese activo venezolano ya que el país aún no le paga lo que dictaminó un dudoso tribunal. Critallex aprovecha el escenario “favorable” para esta acción agresiva contra Venezuela, dada la brutal crisis económica del país, y la campaña de injerencia imperialista a través de las presiones, sanciones y amenazas de Estados Unidos.
De acuerdo a un comunicado de PDVSA, en el mismo se indica que presentó un recurso ante la Corte Federal de Apelaciones del Tercer Circuito para solicitar que emita una orden que deje sin efecto la decisión de la Corte Federal de distrito de Delaware "que autoriza la emisión y notificación de una orden de embargo de las acciones de PDV Holding".
En dicho texto, la petrolera estatal también señaló que solicitó "reconocer que la Corte Federal de Distrito ha sido despojada de jurisdicción con respecto a PDVSA y sus activos"."Y, por lo tanto, abstenerse de cualquier ejecución de su orden del 9 de agosto mientras esté pendiente de resolución de la apelación contra dicha orden notificada por PDVSA el pasado 10 de agosto", agregó en relación a la autorización que dio el juez Leonard Stark sobre la incautación de Citgo a favor de Crystallex.
Sin embargo, diversos medios dieron a conocer este lunes 27 de agosto que el tribunal de distrito del estado de Delaware desestimó la acción que introdujo PDVSA. Esta situación ha llevado a PDVSA a dirimirse en una situación legal en la que por un lado debe atender la demanda de Cristallex y por el otro la posición de acreedores como la empresa rusa Rosnert que tiene 49% de las acciones de Citgo como garantía de un préstamo.
Los filibusteros imperialistas al acecho por los activos de Venezuela
De acuerdo a los medios, el criterio del tribunal de Delaware indica que Crystallex –aún con la apelación de PDVSA- puede ejecutar la orden de embargo salvo que PDVSA emita una garantía de pago y se debe llevar adelante mientras no exista una decisión judicial que frene completamente la orden de embargo.
Otras compañías ya han reclamado activos de Venezuela, como ConocoPhillips hace pocos meses, y otras empresas pueden venir en camino reclamando otros activos del país. Recordemos que ConocoPhillips se apropió como embargo inventarios y activos de PDVSA en las islas de Bonaire y San Eustaquio en el Caribe, e inició acciones legales similares en Curazao, para “hacer cumplir” un laudo arbitral que conminó a la petrolera a cancelar unos 2.000 millones de dólares por una nacionalización de activos en 2007. Las islas de Bonaire y San Eustaquio junto con Curazao forman parte de los Países Bajos y son parte de los "territorios de ultramar” (enclaves) de la Unión Europea.
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Esta situación abre directamente una avalancha de "acciones legales" tanto por empresas internacionales como por tenedores de bonos, recurriendo a mecanismos al estilo del llevado por ConocoPhillips y Cristallex, apropiándose o reteniendo activos de Venezuela y de PDVSA en base a fallos judiciales de otros países.
En este entramado de demandas entran las acciones de la empresa Rosneft de Rusia, pues es de conocimiento público que recientemente abogados de esta empresa rusa, que tiene el control de un 49,9 por ciento como garantía del préstamo, en Citgo, presentaron una carta solicitando una audiencia sobre cómo “estructurar un proceso sólido de tasación y venta” para los papeles.
Es de recordar que en diciembre del 2016 se hizo público que PDVSA había comprometido el 49,9% de acciones de Citgo, a la petrolera Rosneft, como garantía para apalancar un financiamiento. Se trataba de un préstamo de 1.500 millones de dólares por el cual las acciones de Citgo habían sido hipotecadas. Una operación que se llevó a cabo completamente en silencio, sin ningún anuncio oficial de las autoridades de PDVSA.
Se trataba de una operación que se realizaba dos meses después de que PDVSA empleara el 50,1 por ciento de las acciones de Citgo como respaldo de una operación de canje de bonos, postergando hasta el 2020 el pago de unos 2.798 millones de dólares en bonos que vencían en 2017. De esta manera, con la operación con Rosneft quedaban comprometidos el 100% de las acciones de Citgo.
Hay que rechazar las acciones de las aves de rapiña imperialista
Venezuela tiene pocos activos extraterritoriales, lo que ha alentado a sus acreedores a considerar formas de buscar compensaciones a través de Citgo, que ya está hipotecada. Citgo posee oleoductos y gasoductos en todo Estados Unidos, así como refinerías de petróleo en Corpus Christi, Texas; Lake Charles, Luisiana; y Lemont, Illinois (fuera de Chicago).
Citgo puede refinar un total de 749,00 barriles por día de sus 3 refinerías en los Estados Unidos. Su mayor de las tres refinerías, ubicadas en Lake Charles, Louisiana, puede refinar 427.800 bpd, convirtiéndose en la 6ª refinería más grande de los Estados Unidos. La refinería de Citgo en Lemont, Illinois, puede refinar 176.000 bpd, convirtiéndose en la 41ª más grande de los Estados Unidos. Su refinería en Corpus Christi, Texas, puede manejar 158,00 bpd, lo que la convierte en la 46ª más grande de los Estados Unidos. Un factor que hace que las refinerías sean únicas es que pueden refinar crudos pesados, además, Citgo posee y tiene participaciones en terminales de venta de gasolina.
Como hemos escrito PDVSA enfrenta una brutal crisis, cuya responsabilidad es del propio gobierno, los militares y las transnacionales, llegando a tener una producción actual que ha caído a mínimos en 33 años, a niveles de 1,4 millones de barriles diarios de producción, en medio de una brutal crisis económica, siendo que la compañía petrolera es la principal, por no decir, la única fuente de divisas que entran al país.
Una gran responsabilidad por la situación de debilidad del país ante esta presión del capital imperialista es de la política económica y financiera practicada por el chavismo.
Todas estas grandes empresas transnacionales y los tenedores de bonos están al acecho para hacerse de los activos de Venezuela, centralmente de PDVSA, luego de haberse hecho la fiesta en el país en el saqueo de nuestras riquezas, tanto en el área del petróleo como de minería, así como de los grandes negociados con la compra de bonos de Venezuela, y que incluso, el gobierno de Maduro ha pagado y seguirá pagando religiosamente.
Los buitres del capital transnacional huelen sangre en la debilidad del régimen de Maduro, y quieren aprovechar para imponer una mayor capitulación con sus leoninas exigencias. Desde ya que hay que rechazar todo este tipo de acciones por parte de las transnacionales y tenedores de bonos que buscan apropiarse de los grandes activos del país. Son los filibusteros modernos del capital financiero internacional.
Pero todo esto pone más al desnudo todo el discurso de “soberanía” que ha venido sosteniendo el chavismo, pues tanto el proceso de la constitución de las empresas mixtas tanto en la explotación petrolera y más aún en el campo del gas donde siempre fue más abierto, así como el gran endeudamiento del país, nació con Chávez y avanzó con Maduro. El chavismo apostó a incorporar las transnacionales como socias del "desarrollo nacional" camino al "socialismo del siglo XXI". Maduro, sofocado por la catástrofe económica, avanzó más aceleradamente en su apertura amparado en los decretos de excepción y emergencia económica, como lo viene haciendo en el sector petrolero y la minería. Frente a estas demandas actuales, expresión de la voracidad imperialista, el gobierno cede reconociendo los reclamos y buscando negociar en los tribunales internacionales.
Por el lado de la oposición, le cuestionan al chavismo haber tocado las empresas transnacionales petroleras y del área de la minería, acorde con su programa de entregas de las riquezas del país, tal como lo hicieron durante las décadas anteriores que fueron gobierno. Hoy, con un discurso de “responsabilidad” capitalista, cuando son responsables también del entreguismo, son pasivos y abiertos a que el país sea saqueado. Por eso decimos, no hay otro camino que el de rechazar estas imposiciones y acciones de las aves de rapiña imperialista, y esto sólo se logrará imponerlo mediante la más amplia movilización popular independiente del gobierno y de la oposición.
El gobierno de Maduro que ha lanzado un paquetazo contra el pueblo lo ha hecho exonerando a transnacionales y a empresarios y pechando con fuerza al pueblo trabajador. Entre las empresas exoneradas justamente son las petroleras. Entre sus planes que ha venido ejecutando está también que terminó hipotecando empresas como Citgo todo para pagar una fraudulenta deuda externa. Frente a las acciones de los filibusteros imperialistas que quieren apoderarse de los activos del país, les reconoce los laudos y los juicios con un falso discurso de soberanía.
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