Parece que el “método” del decano Guillermo Barrera Buteller se convirtió en un modus operandi de los decanos radicales para evitar la organización y las medidas de lucha de estudiantes.
En la masiva interfacultades de este martes, estudiantes de la Facultad de Exactas denunciaron que el decanato cerró la facultad para evitar una asamblea y este miércoles sucedió lo mismo en la Facultad de Lenguas.
Con la excusa de “cuidar la integridad física de estudiantes y docentes y proteger el edificio de destrozos”, ambos decanatos incurren en la ilegalidad de cerrar una facultad.
Pero lo más grave son las falacias que vierten en comunicados oficiales, criminalizando a las y los estudiantes que venimos desarrollando distintas medidas de lucha incluyendo tomas de edificios como sucede en todo el país.
Deberían mostrar al menos una sola prueba de “destrozos”. La Franja Morada recurrió a las mismas mentiras la semana pasada cuando se ocupó por unas horas el rectorado histórico y no pudo probar nada. Lo mismo dijeron del Pabellón Argentina y hoy el juez federal Miguel Vaca Narvaja comprobó que es una falacia completa de las autoridades.
El objetivo que tiene este método de “lock out” por parte de los decanos es evitar la organización estudiantil y dividir a la comunidad universitaria criminalizando a estudiantes.
Este accionar deber ser repudiado por el conjunto de las organizaciones y asambleas y se tiene que exigir la apertura inmediata de la facultad de Lenguas y Exactas.
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