El ataque ha consistido en llenar sus paredes de pegatinas en la que se hace apología del fascismo y muestran su rechazo a sacar los restos del dictador fascista, Francisco Franco, del Valle de los Caídos. Son las famosas pegatinas con el lema “El valle no se toca” que por desgracia han aparecido, en las últimos días, en las calles de las principales ciudades del Estado español.
Los ataques de la extrema derecha se repiten
Por desgracia, este no es el primer ataque que estas organizaciones sufren. El pasado mes de julio las sedes de ZEC, PSOE y CNT sufrieron ataques similares. Como afirma, Maribel Martínez, portavoz de ZEC, “Esto empieza a ser algo preocupante, no es una cosa de unos locos. Estamos con un ambiente que cada vez está más crispado y la única forma de poner fin a esta crispación es cumplir con la Ley de Memoria Histórica”.
Evidentemente esta política, se refiere a la reciente aprobación, por el Consejo de Ministros, de la exhumación del cadáver del dictador del Valle de los Caídos. De hecho, a nadie se le puede “escapar” que este ataque coordinado contra todas estas sedes del pasado fin de semana, está directamente relacionado con la decisión adoptada por el gobierno de Pedro Sánchez el pasado viernes.
A su vez, grupos del mismo signo político, actúan en Catalunya a modo de “comandos” para retirar los lazos amarillos que simbolizan la exigencia de la libertad de los presos políticos.
La actividad de grupos fascistas en Zaragoza, lamentablemente es una constante desde hace muchos años. En parte por su situación estratégica, al encontrase a mitad de camino entre Madrid y Barcelona, pero sobre todo por la permisividad política, la capital aragonesa se ha convertido en lugar frecuente de reuniones y actos de extrema derecha a nivel estatal e incluso internacional.
Las diferentes Delegados del Gobierno, ya fueran del PSOE o del PP, han permitido que estos grupos actuaran con total impunidad. Hablamos de agresiones xenófobas y fascistas constantes, conciertos, manifestaciones e incluso marchas nocturnas con antorchas, a imitación de las realizadas por los nazis en la Alemania de los años 30. No solo eso, sino que cuando ha habido una respuesta antifascista ante estos ataques, la respuesta ha sido reprimir y encarcelar, como ocurrió con los 10 de Zaragoza.
Impunidad, silencio y olvido en la Transición
Todos estos acontecimientos y el hecho de que grupos fascistas pueda actuar impunemente en las calles, tiene un origen claro, como es la mal llamada “Transición Democrática” que se produjo tras la muerte del dictador. Como indica, el comunicado de condenada de Puyalón: “El cierre en falso del franquismo que se realizó en la inexistente Transición, su oscurantismo y el intento de tapar sus delitos son los culpables de la existencia de un “monumento” al dictador o de los actuales intentos de justificar sus crímenes”.
Estos días lo estamos viendo constantemente en los debates que se están dando en torno al futuro del Valle de los Caídos, Mientras políticos, militares, empezando por el presidente de la Fundación Francisco Franco, hacen clara apología de la dictadura y justifican sus crímenes, la voz de las víctimas de los mismos está totalmente excluida de estos debates y silenciada.
Terminar con la continuidad del franquismo
Para acabar con este “paraíso fascista” existente en el Estado español, hace falta mucho mas, que medidas como la exhumación de Franco que de la mano del PSOE solo sirve para mantener la impunidad y el olvido impuestos en la transición.
Tampoco sirve, como afirmaba la dirigente de ZEC, que se cumpla hasta al final la Ley de Memoria histórica. Esta ley es totalmente insuficiente, ineficaz y además, legitimadora del “pacto de silencio” de la transición, como así reconocieron la mayoría de asociaciones de víctimas.
Es necesaria la derogación de todas las leyes franquistas, el castigo a los culpables y el fin de la monarquía, así como toda una serie de medidas que no vendrán de la mano del PSOE. Solo los trabajadores y los pueblos de las nacionalidades que conforman el Estado pueden acabar con la continuidad de la dictadura en esta democracia. Poniéndose al frente de un movimiento en las calles contra este régimen y el sistema capitalista que defiende. |