En un día donde el dólar, fuera de control, rozó los 35 pesos en pocas horas, la dirigente cambiemita salió a respaldar al gobierno de Mauricio Macri, principal responsable de la crisis económica.
Desde su cuenta de Twitter, Carrió pidió "serenidad y tranquilidad" y delineó un intento de relato sobre "ladrones que juegan sus dólares para tumbar la República", como si no fueran los propios representantes de la República los que liquidan millones para satisfacer la demanda de los especuladores, sin por ello lograr contener la escalada de la divisa norteamericana.
"No habrá helicóptero", sentenció definitiva y agregó que "como dice el Señor, nadie pone vino en vasijas viejas". Sin embargo, el ejecutivo parece empecinado en seguir depositando esperanzas en la "vieja vasija" del FMI. De hecho, luego de que Macri hablara para anunciar una modificación al memorando de entendimiento acordado con el organismo internacional de crédito, el dólar siguió subiendo.
A días de publicarse los datos que muestran una pronunciada caída de la economía en junio y en momentos donde crece el descontento, Carrió llamó esperar un milagro divino: citó un pasaje de la Biblia donde se habla contra los "hijos rebeldes" que hacen pactos contrarios al Señor.
Lo que no se entiende bien es si los "hijos rebeldes" son los especuladores mimados por el gobierno de Cambiemos o los estudiantes y docentes que se preparan para ganar las calles este jueves en la marcha educativa federal. A estos hijos de la educación pública el gobierno les ofreció un acuerdo paritario todavía más miserable que a principios de año, mientras a los "ladrones que juegan sus dólares para tumbar la República" les siguen cayendo reservas como maná del cielo. | 
