El juez Hanen rechazó la solicitud del 1 de mayo pasado de un grupo de 10 estados encabezados por Texas, cuyos gobernadores argumentaron que el programa de Acción Diferida de 2012 -que protege a los migrantes que fueron llevados a EEUU en su infancia- es ilegal e inconstitucional.
Lo que cuestionan los gobiernos de esos estados es que el presidente demócrata Barack Obama modificó la legislación migratoria al crearlo, una facultad que sólo le compete al Congreso.
El dictamen de Hanen implica que unos 700,000 dreamers se mantienen protegidos de la deportación, y pueden tramitar permisos de trabajo renovable cada dos años.
Pero esto no termina. Aunque el magistrado admite en su sentencia que los fundamentos de Texas para interponer la demanda eran acertados, consideró que se presentaron fuera de tiempo.
Mientras tanto, la ofensiva de Trump contra los migrantes -una profundización de las políticas que implementó Obama, llamado "deportador en jefe- y el clima de odio y racismo que propició se mantienen. Cientos de niños permanecen separados de sus familias.
Hace falta que se multiplican las voces a un lado y otro del río Bravo en defensa de las y los migrantes, y por plenos derechos sociales, políticos y sindicales para quienes buscan un futuro mejor en Estados Unidos.
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Con información de Univision Noticias |