La justicia rechazó el pedido de excarcelación presentado el pasado martes por Andrés Rabinovich, parte de la defensa del ex jefe de la policía santafesina Hugo Tognoli. El letrado había solicitado la libertad de su cliente alegando que lleva dos años sin sentencia firme y sin requisitoria de elevación a juicio. Tognoli fue designado por el mismísimo Hermes Binner y ratificado en su cargo por el actual gobernador Antonio Bonfatti, hasta el momento de su ineludible detención en 2013.
En un video enviado al diario La Capital, Rabinovich señala que le fueron entregadas al juez federal Marcelo Bailaque "las pruebas y las garantías" para que el ex jefe policial recupere su libertad, pero que "el juez y la fiscal, con total liviandad, lo único que han respondido es que la situación de Tognoli no ha variado". También sostuvo que "sí existe el principio de inocencia para funcionarios del gobierno cuando tienen que defender a sus propios compañeros que están hoy procesados".
En un brutal acto de cinismo, el abogado defensor victimiza a Tognoli como un “preso político”. El ex comisario, se encuentra imputado por ser uno de los principales organizadores del narcotráfico y la trata en la provincia de Santa Fe, y por percibir suculentas rentas provenientes de estos negocios. En un país en donde pesan condenas gravísimas contra trabajadores, como los de Las Heras, que por salir a luchar contra el impuesto al salario fueron condenados a prisión perpetua, no puede resultar sino un descaro referirse a Tognoli como un preso político.
La decisión de la justicia no hace sino ahondar algo que es harto conocido, que es la policía la que organiza el delito del narcotráfico y la trata, además de ser responsable de innumerables casos de gatillo fácil y violencia institucional. |