Las imágenes del devastador incendio que consumió la totalidad del Museo Nacional de Río de Janeiro, junto a todo lo que contenía, no pueden ser más trágicas. Se trata de un daño irreparable al patrimonio de Brasil y las causas tienen una relación directa con el ajuste del Gobierno golpista de Michel Temer.
En las últimas horas se conoció que por el recorte en el gasto público el Museo no contaba siquiera con un sistema de prevención de incendios. El desfinanciamiento fue tal que el presupuesto anual total con el que contaba el museo es equivalente a lo que el Gobierno paga cada 11 segundos en concepto de deuda pública.
Un daño irreparable
El Museo Nacional de Río de Janeiro, era el más antiguo de Brasil y albergaba unas 20 millones de piezas de diferentes períodos de la historia, entre ellos el esqueleto de "la primera americana", animales disecados, momias y decenas de huesos de dinosaurios.
El fuego comenzó en el recinto en la tarde del domingo, cuando el Museo ya estaba cerrado al público y solo había cuatro vigilantes en su interior.
Los bomberos pudieron sofocar el fuego durante la madrugada, pero los destrozos en el edificio de dos siglos de antigüedad provocaron la destrucción de la mayor parte de la colección.
El hecho provocó una ola de indignación por la desfinanciación en la que se encontraba el Museo, lo que hacía previsible una catástrofe como la que ocurrió.
Las consecuencias del ajuste
El vicedirector de la institución, Luis Fernando Duarte, quien denunció que la "falta de apoyo y la falta de conciencia" del poder público llevó a esa "trágica situación", señaló que "Luchábamos hace años, en distintos Gobiernos, para lograr recursos para preservar adecuadamente todo lo que fue destruido hoy".
El edificio que otrora fue la residencia oficial de la familia real portuguesa en Brasil afrontaba dificultades financieras en los últimos años debido a los recortes de presupuesto y, en 2014, dejó de recibir gran parte de los aportes destinados a su manutención y conservación.
Con total cinismo Michel Temer, lamentó mediante un comunicado el suceso, al que calificó como "un día trágico para la Museología" del país.
En la misma mañana de este lunes el Gobierno mandó a la policía a reprimir una manifestación en la puerta del Museo, en la que se denunciaba la responsabilidad de Temer por el incendio.
El Museo Nacional pertenece a la Universidad de Río de Janeiro, y es otra víctima de los ataques del gobierno Temer, que congeló los gastos en educación durante 20 años, además de recortes de mantenimiento y estructura.
La política de recortes y privatizaciones es responsable de esta tragedia, que aniquiló para siempre documentos históricos del acervo de este Museo que es patrimonio de todos los cariocas, fluminenses y de todo Brasil.
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