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El colectivo LGBTI+ de India logró conquistar un derecho tan elemental como la libertad de relacionarse con quienes se desee. Es así que este jueves la Corte Suprema de India, por unanimidad, despenalizó la homosexualidad.
La "ley de sodomía" que castigaba con hasta 10 años de prisión a las prácticas homosexuales tiene como origen de datación el siglo XIX y es conocida como el artículo 377 de la sección XVI del código penal. Dicha ley tiene como cuna la invasión del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda que colonizaron India. De este modo, el británico Thomas Babington Macaulay sentencia en 1860 el artículo 377 sobre los delitos contra natura que:
“Aquel que voluntariamente tenga contactos carnales en contra del orden de la naturaleza con cualquier hombre, mujer o animal, será castigado con encarcelamiento de por vida, o bien con pena de prisión por un periodo que podrá extenderse hasta los diez años más la suma de una multa.”
A pesar de que en 1947 India logra independizarse de las fuerzas británicas, recién en 2009 esta ley es derribada por la Corte Superior de Nueva Delhi, que la consideró inconstitucional. Sin embargo, el fallo del Supremo de 2013 la había vuelto a poner en vigencia.
Esta conquista histórica para el país asiático es producto de largas luchas, victorias y la pérdida de vidas de muchas personas LGBTI+. Sin embargo no quita el hecho de que en el futuro se sigan cometiendo crímenes de odio.
Para dar una idea, si bien con esta sentencia ya son 124 los estados del mundo en los que la homosexualidad está despenalizada, la realidad es que hay, al menos, otros 71 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo e incluso puede costar la vida en 8 de ellos.
La criminalización del colectivo LGBTI+ sigue siendo una realidad en buena parte de Europa del Este, Africa -a excepción de Sudáfrica, Seychelles y Cabo Verde-, parte de Centroamérica y América del Sur y el continente asiático.
En realidad, la mayoría de los países del mundo no tienen una normativa que proteja los derechos de las personas LGBTI+. Hay solo 43 países en el mundo que cuentan con leyes contra los delitos de odio.
Las parejas del mismo sexo pueden contraer matrimonio solo en 26 estados y un número similar admiten las uniones civiles, sin denominarlas matrimonio, pero prácticamente con los mismos derechos.
En el otro extremo se sitúa un importante número de países en los que las personas LGBTI+ se ven obligadas a ocultar su orientación sexual, ven diezmados sus derechos, son encarcelados o, incluso, pueden ser condenados a muerte.
Hay 22 estados que tienen leyes que impiden la "promoción o expresión pública" de una relación entre personas del mismo sexo; y 25 que impiden o ponen barreras a la creación de organizaciones defensoras de sus derechos.
Además hay, al menos, 71 países -un tercio de los que integran la ONU- que penalizan la actividad sexual entre personas del mismo sexo. Además en algunos de ellos existe aún la pena de muerte: Irán, Arabia Saudí, Yemen y Sudán la aplican en todo el territorio; Somalia y Nigeria, en algunas provincias. Además en otros cinco países -Pakistán, Afganistán, Emiratos Arabes Unidos, Catar y Mauritania- la pena de muerte está técnicamente permitida por una interpretación de la ley islámica (Sharia), aunque no se aplica.
En países como Uganda, Zambia, Tanzania, Barbados o Guyana las relaciones homosexuales se castigan con penas que van desde los 14 años de prisión hasta la cadena perpetua. Y en naciones del norte de Africa como Libia, Argelia o Marruecos, las leyes contemplan penas de entre tres y siete años de prisión.
Como muestran estos datos, si bien el reciente fallo en la India es una conquista que no le pertenece solo a ese país sino a toda la comunidad LGBTI+ en el mundo, aun nos queda mucho por luchar por el derecho ante la vida misma. |