Difícil semana le ha tocado vivir al Frente Amplio. Con duras discrepancias internas, los diputados Mirosevic y Jiles renunciaron a la presidencia de sus respectivas comisiones parlamentarias. Además el revuelo que causó la votación a favor de Mirosevic y Garín en la comisión de ética de la cámara de diputados, que sancionó a la diputada Jiles por el incidente con el UDI Urrutia, aumentó los niveles de conflicto y llevó a que varias personalidades y dirigentes del frenteamplistas tuvieran que salir públicamente llamando a la unidad y a bajar las tensiones internas.
Pero en realidad estas tensiones no han podido ser aplacadas debido a dos factores. Primero a que la composición amplia del bloque dificulta aunar criterios políticos en torno a debates claves como son derechos humanos o la política internacional. A pesar de que en cada entrevista personajes como Sharp, Sanchez o Jackson tienden a bajarle el perfil a estas diferencias, los últimos dichos de Boric o Mirosevic sobre la situación en Nicaragua o Venezuela han despertado profundas criticas internas por el sobrevalor que estos le estarían dando que se considera "democrático" desde el punto de los intereses del imperialismo o la derecha en la región.
El segundo punto dice relación con la proyección política que en este momento le estaría dando el conglomerado a la preparación de las próximas elecciones municipales.
Este último punto ha resultado especialmente crítico debido a que ha exigido un pronunciamiento de los principales referentes del FA sobre sus proyecciones a futuro.
De esta manera, el foco de atención ha estado puesto sobre el rol que jugará Beatriz Sanchez en el próximo periodo sumado a la posibilidad de una candidatura que podría revestir un cargo municipal, parlamentario o mantenerla a la cabeza de la carrera presidencial.
Todo esto se ha vuelto importante debido a que esta última definición la pondría en competencia con otros actores que han demostrado interés en la postulación presidencial por el bloque. Hasta ahora han sonado los nombres de Sharp, Boric, Jiles, Sanchez, entre otros, todo esto vuelve a poner en cuestión los pesos internos de las organizaciones que componen el FA.
¿Se pueden superar las diferencias internas mejorando la coordinación?
Hasta ahora las disputas internas en el Frente Amplio han debido ser discutidas en la mesa nacional, espacio que con el transcurrir del tiempo al parecer ha ido perdiendo su efectividad.
De esta manera distintas organizaciones han realizado reiterados llamados a buscar formas más efectivas y expeditas para la adquisición de compromisos y unificar criterios políticos dentro del sector.
Aun cuando dicha mesa no ha escatimado esfuerzos en buscar aunar criterios, estos le han sido bastante esquivos en temas candentes, debido a la excesiva amplitud de los propios partidos que componen el Frente Amplio.
Por eso, algunas organizaciones como el Partido Humanista o Revolución Democrática han pedido que ciertos grupos reconsideren su lugar dentro del FA ya que desde su perspectiva no estarían siendo un aporte ya que gran parte de su actividad dentro del sector sería criticar las iniciativas del otro.
Pero desde la vereda del enfrente también se ha criticado al Partido Liberal o incluso a figuras como Boric de estar demasiado cerca de la exConcertación lo que los pondría en un lugar distinto al que estaría apostando el FA.
De conjunto todas estas discrepancias no se deberían a problemas de coordinación o dialogo interno, sino a la disputas por espacios y protagonismos en la interna frenteamplista.
Y la crispación que ha alcanzado este último tiempo tiene su correlato con los forcejeo que se producirán a medida que se acerquen las próximas elecciones. | 
