En medio de la total indiferencia de los sindicatos (STUNAM y APAUNAM), los directores y la Rectoría de la UNAM, los académicos agrupados en la Asamblea de Profesores de la UNAM, compuesto por maestros de CCHs, Prepas y Facultades, han denunciado por todos los medios la situación precaria que vivimos los profesores universitarios como consecuencia de los bajos salarios que impone la administración. En un ataque consecuente.
Esta situación se da también en el contexto de la brutal agresión de porros (que impunemente ya fueron liberados) contra la manifestación pacífica de los alumnos del CCH Atzcapotzalco el pasado 3 de septiembre y los recientes paros estudiantiles de más de 40 escuelas de la UNAM, UAM, ENAH, UPN, ESEF e IPN paralizando las actividades académicas. Esto sumado a la manifestación mutitudinaria de estudiantes y maestros universitarios en rechazo a la represión del 5 de septiembre.
Estabilidad y aumento salarial del 50%
Las demandas más sentidas de los maestros son el aumento salarial de 50% y la estabilidad laboral. Además de los elevados e insultantes salarios de los altos funcionarios, directores y rector pagados con dinero del pueblo, el ataque porril destapa el hecho de que el dinero público destinado para la educación también se destina al financiamiento a estos. ¿Por qué estos recursos no se usan para contratar a maestros que cubran a los grupos de los alumnos sin clases? ¿o para otorgar definitividades, ya que la situación es más grave con los profesores de asignatura contratados por hora, quienes representan el 75% del personal académico?
Las demandas de los maestros fueron recogidas en la primera Asamblea Interuniversitaria ante representantes de más de 50 planteles donde se destaca la demanda de la democratización de la universidad. Los estudiantes universitarios en la actualidad están mostrando una gran responsabilidad y madurez política, avanzando en la formación de nuevas organizaciones que no solo defiendan sus derechos gremiales, sino también vinculados a otros sectores como es el caso de los maestros.
Si bien es necesaria la democratización de la UNAM, ésta, sin duda, implicará remover un gobierno corrupto y parasitario, transformando el gobierno de la Universidad en nuevos organismos de tripartitas, estableciendo una representación directa de estudiantes, maestros y trabajadores, hacia una nueva universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre de México. |