Fotografía; EFE
El Gobierno central de Irak anunció la movilización de unos 30.000 hombres para liberar la ciudad de Tikrit, al norte de Bagdad. Se trata de la mayor operación emprendida desde que el Estado Islámico se hiciera con el control de amplias zonas del norte de Irak a mediados del año pasado.
Tikrit, una ciudad de aproximadamente 250.000 habitantes, se ha convertido en una prueba de la capacidad de las tropas iraquíes para lanzar el anunciado asalto a Mosul. Mosul es la segunda ciudad del país con una población de 1,4 millones de habitantes y se encuentra en manos del Estado Islámico desde junio pasado.
Estados Unidos anunció una “misión coordinada” para recuperarla hacia fines de abril pero aún existen muchas dudas sobre la posibilidad de triunfo que tiene una operación de este tipo.
Es por esto que la actual operación en Tikrit se vuelve una prueba piloto que, en caso de triunfar, podría acelerar los planes para intentar la recuperación de Mosul.
La ofensiva actual y sus límites
A principios del pasado mes de enero, el ejército iraquí logró recuperar por completo el sur de Saladino, tras una importante ofensiva a finales de 2014.
Desde entonces, han congregado las tropas en Samarra, segunda ciudad de la provincia tras Tikrit, para preparar la operación iniciada ayer, que pretende liberar por completo la provincia de Saladino de las fuerzas del Estado Islámico.
Según la agencia Efe las tropas terrestres cuentan con el apoyo de bombardeos de artillería y la aviación iraquí contra las posiciones del EI.
Horas después de que comenzara la ofensiva, una fuente de seguridad informó que en los primeros combates habían perdido la vida al menos 11 soldados iraquíes y de que otros 43 resultaron heridos. La misma fuente añadió que el número de víctimas, entre muertos y heridos, en las filas del EI fue de 34, al ser bombardeado uno de sus convoyes al norte de Samarra.
Hasta el momento, entre las zonas recuperadas por las tropas gubernamentales se encuentran las aldeas de Abdalá al Ekab, Albutalha, Alburiash y Albusaid.
Se trata de momento de pequeñas aldeas y no de la conquista de una ciudad, como es el caso de Tikrit, donde incluso el combate contra el EI calle a calle y puerta a puerta aún no ha mostrado resultados efectivos.
Una de los grandes problemas que tiene la operación es que para desplazar al Estado Islámico, las tropas iraquíes tendrían que contar con el apoyo de los líderes tribales sunitas del norte de Irak. Algo que parece bastante complicado ya que la mayoría no confía en el gobierno central, en manos de chiitas. Una parte importante de los sunitas teme que las milicias chiitas desaten una verdadera caza de brujas si logran desplazar al Estado Islámico. Muchos de los milicianos que forman parte de la ofensiva iraquí prometieron vengar la muerte de más de 1.700 militares del ejército a manos del Estado Islámico el año pasado.
Para intentar ganar la confianza de estos sectores el Primer Ministro Al Abadi, incluyó entre las fuerzas regulares del Ejército a unos 2.000 combatientes de tribus sunítas que están enfrentados al EI. El mismo tiempo Al Abadi ha hecho hincapié en la necesidad de que las fuerzas iraquíes “salvaguarden a la población civil”. Pero por ahora estas promesas parecen ser poco convincentes para ganarse la confianza de los líderes tribales sunitas, y de la población que teme ejecuciones sumarias si se retira el Estado Islámico.
Cuando aún ni siquiera se sabe si es posible un triunfo sobre Tikrit, algunas publicaciones como Foreign Policy se entusiasman con que la caída de “Mosul puede ser la batalla en Irak que demuestre que el Estado islámico es una causa perdida”, sin embargo, por las razones explicadas más arriba, existen muchas dudas sobre la posibilidad real de un triunfo sobre el Estado Islámico en el norte de Irak.
Aún siguen pesando más las contradicciones que quedaron abiertas con la derrota de la estrategia estadounidense en la guerra de Irak. Contradicciones que el Estado Islámico ha sabido aprovechar para extenderse, no solo a Siria, sino también a Libia, una de las víctimas de la derrota de la primavera árabe. |